ERC ha valorado positivamente la propuesta del Gobierno español de subir el IRPF a las rentas superiores a 150.000 euros anuales, consecuencia de las negociaciones que, en esta materia, mantienen PSOE y Podemos. De esta forma, los republicanos se desmarcan de PDeCAT, que a través de su portavoz en el Congreso, Carles Campuzano, ha advertido hoy de que su formación "no es partidaria" de incrementar ese impuesto.
"Vemos favorablemente el incremento del IRPF para las rentas altas", aseguran a Crónica Global fuentes republicanas, quienes aseguran que "los bancos y las grandes corporaciones tienen que contribuir al Estado del Bienestar y a la redistribución de la riqueza".
A juicio de ERC, "no se entiende una mayor presión fiscal a las rentas del trabajo si no se persigue al mismo tiempo el fraude y la elusión fiscal por parte de grandes empresas, que siguen siendo las que proporcionalmente menos pagan". Recuerdan que en Cataluña "las rentas más altas pagan tres puntos más que en el resto del Estado". Precisan estas fuentes que "Esquerra está también dispuesta a hablar de la equiparación de las rentas del trabajo con las de ahorro".
De esta forma, la formación independentista expresa su sintonía con las políticas fiscales de la izquierda española. Lo hace pocos días después de que el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, apostara por repetir la fórmula del tripartito de izquierdas en Cataluña.
Los cálculos de los técnicos
Los técnicos del Ministerio de Hacienda, Gestha, han calculado que la subida del IRPF a las rentas superiores a 150.000 euros afectaría al 0,46% de los declarantes, es decir, a 90.788 contribuyentes, y recaudaría 400 millones de euros más al año.
El sindicato ha estimado que, si tal medida sale adelante, los afectados deberán contribuir con una media de 4.400 euros más anualmente, lo que se traduciría en un incremento del 2,1% de su factura fiscal.
No obstante, Gestha ha indicado que la recaudación que se lograría con esta medida podría aumentar en otros 1.500 millones si se alcanzara un acuerdo para equiparar la tributación de las rentas del ahorro con la de la renta general para quienes perciban rendimientos del capital de más de 50.000 euros e ingresen rentas totales por encima de los 150.000 euros, según apuntan las negociaciones.