El presidente de la Generalitat, Quim Torra, se ha quitado este viernes el lazo amarillo que luce desde la campaña electoral. Ha cambiado este símbolo independentista por una chapa on la cara del exconsejero del Interior, Joaquim Forn. La ha usado para participar en los actos de homenaje de las víctimas del doble atentado terrorista en Cataluña que tuvo lugar el 17A.

Así ha leído la declaración institucional del Ejecutivo catalán. Un escrito en el que se ha reivindicado el papel tanto del político del PDeCAT, que está en prisión provisional por su implicación en el proceso secesionista, como del exmayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, también imputado en la misma causa.

Homenaje oficial

Tras la declaración, que Torra ha hecho acompañado por todo los miembros del Consejo Ejecutivo, el Govern en bloque se ha dirigido a los actos oficiales de homenaje. Empiezan en el lugar de las Ramblas en el que se paró la furgoneta de los terroristas y terminará en plaza Cataluña. Es allí donde se han concentrado las autoridades, un representación institucional encabezada por el rey Felipe VI, cuestión que ha propiciado el enfado de los independentistas radicales. 

Más allá de las peticiones incluso de los víctimas de que no se usara con fines partidistas el homenaje al 17A, se han desplegado varias pancartas contra el monarca. Además, los CDR han organizado una contramanifestación que recurrirá las Ramblas a la que se ha sumado la CUP.

Actos independentistas

Con todo, el grueso de los actos independentistas un año después del atentado terrorista tendrá lugar esta tarde. ANC y Òmnium Cultural ha organizado un homenaje frente a la prisión de Lledoners, donde cumplen prisión provisional el grueso de los políticos procesados por el referéndum.

La intención inicial de las entidades secesionistas era reivindicar la figura de Forn y de Trapero, aunque ambos se han desmarcado de esta iniciativa. Han pedido que sean las víctimas las que sean las protagonistas de la jornada.