La Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE) ha manifestado su "disconformidad" con el nombramiento de "embajadores políticos" no diplomáticos y ha pedido que se "limiten al máximo".

La ADE ha cuestionado así los nombramientos del exalcalde de Lleida, Ángel Ros, como embajador en Andorra, y de dos miembros de la comisión ejecutiva federal del PSOE como embajadores: Andrés Perelló, ante la UNESCO, y Manuel Escudero, para la OCDE.

Limitar la discrecionalidad

La "discrecionalidad" de que dispone el Consejo de Ministros a la hora de nombrar embajadores "no debe convertirse en arbitrariedad", basarse en criterios "partidistas", ni servir como una "salida institucional" que beneficie a determinadas personas "en detrimento de los funcionarios diplomáticos".

"Ser embajador de España no se improvisa ni es algo que se aprenda en unos pocos años", explica la ADE, sino que es la consecuencia de una carrera profesional "consagrada a salvaguardar los intereses nacionales".

Discriminatorio

Los diplomáticos se quejan de que a ellos se les exijan 20 años de ejercicio de la profesión para aspirar a ser embajador, y que a los nombramientos "políticos" no se les exige ninguna experiencia.

Las designaciones "políticas" "deben de limitarse al máximo" y "solo aplicarse en los casos en que un determinado nombramiento favorezca de modo indiscutible el interés de España", matiza.

El comunicado afirma que el Ministro de Asuntos Exteriores Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell, ha manifestado en repetidas ocasiones su voluntad de profundizar en la profesionalización de la Carrera Diplomática, y, por ello, la ADE "confía" en que los nombramientos mencionados sean casos "muy aislados".