Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, en una comparecencia pública en Barcelona / EP

Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, en una comparecencia pública en Barcelona / EP

Política

Colau en el 'The New Yorker': “La independencia es una mala solución”

La alcaldesa se pronuncia en la revista norteamericana que analiza el fenómeno de los Comuns en Barcelona como un experimento de “democracia radical”

7 agosto, 2018 20:37

Democracia radical. Un experimento. Con esa perspectiva, The New Yorker analiza el gobierno municipal de Barcelona, que dirige la alcaldesa Ada Colau. Como un intento de superar la política tradicional, con entrevistas a miembros del consistorio, especialmente a la concejal Gala Pin, responsable de Ciutat Vella, y a la propia Colau. La alcaldesa sostiene que no le ha interesado nunca el independentismo, y que, de hecho, cree que la independencia “es una mala solución”, y contraria a su idea de “feminizar” la política.

En el reportaje, que firma Masha Gessen, y que entrevistó a los miembros del equipo de gobierno de Colau en el mes de junio, en Barcelona, se considera que se ha querido cambiar la política desde el ayuntamiento. En las respuestas de los concejales se denota una cierta frustración, una imposibilidad de llevar a cabo el proyecto original, más allá de la falta de poder real, con los sólo 11 concejales de los Comuns.

Un grupo de activistas

En ese sentido, la regidora Gala Pin sostiene que “se ha intentado todo”, desde su propia experiencia como activista, procedente de grupos “anarquistas”. Ese todo pasó por “la desobediencia civil, por la negociación con los bancos”, y, ahora, por el cambio desde las instituciones para “cambiar el camino de implementar políticas”, como un último recurso que tampoco acaba de funcionar.

Pero es Colau quien también entra en escena, al introducir la periodista la cuestión del movimiento independentista, y de cómo lo ha gestionado el equipo municipal en Barcelona. Colau, que ha mantenido posiciones complicadas de entender, tanto para el bloque constitucional como para el independentista, aunque inclinó la balanza para este último con su idea de considerar el referéndum del 1 de octubre como un movimiento de protesta, señala que “nunca” se ha sentido interesada por el independentismo.

Feminización de la política

 “Nunca he estado interesada en posiciones independentistas o nacionalistas, de esas que dicen que ‘queremos vivir aislados o separarnos de otros”, asegura Colau, que introduce un particular matiz: “Además, es exactamente lo contrario a la feminización de la política, que defiendo, que pasa por un sentido más cooperativo, porque vivimos en un mundo de interdependencias, donde la mayoría de cosas pasan en las ciudades, no en los estados”, añade.

Todo eso, y, aunque sus acciones no lo han plasmado de una forma clara, le lleva a Colau a sentenciar que “creer que todas las soluciones políticas se basan en crear un nuevo estado, me parece una mala solución”.

El reportaje llega después de la celebración en Nueva York de la segunda edición del simposio Ciudades sin miedo, en el que participó la concejal Gala Pin, coprotagonista junto a Colau del texto de Masha Gessen.