Carles Puigdemont y todo su equipo de fieles no han tenido manías y han adoptado el logo de la Crida Nacional per la República de una búsqueda de Google, que indica, además, que se asume la actitud arrogante del movimiento. Se trata de “Un hombre gritando a otro hombre”. Cuando se busca en Google, parece un dibujo que corresponde exactamente a la imagen de la Crida.

En las redes sociales se produjo un intercambio de comentarios en tono jocoso, al señalar que se trataba de un hombre que da “la turra” a otro con los asuntos de la independencia.

 

La presión de Puigdemont

Con esa imagen, Puigdemont y sus fieles pretenden fomentar esa idea de la comunicación, de buscar el apoyo de todos aquellos que desean la independencia. La Crida celebrará su convención constituyente el 1 de octubre, el día del referéndum, con un solo objetivo: lograr la independencia.

En ese momento, el movimiento político se disolvería. Pero con ese instrumento se pretende concurrir a las elecciones municipales, y antes, tal vez, a las autonómicas, después de la presión a la que somete Puigdemont al presidente Quim Torra.

Gritar, ¿a quién?

La imagen de “un hombre gritando a otro nombre”, que pertenece a una plataforma llamada Freepick, no ofrece, sin embargo, la idea de proceso democrático, como defiende Puigdemont. ¿Eso pretenden realizar los adheridos a la Crida? En catalán, Crida, es llamada, aunque el verbo ‘cridar’, es en castellano el equivalente a ‘gritar’. ¿Sería como gritar al que no es favorable a la independencia, que aparece como un interlocutor pintado de negro?

Puigdemont está dispuesto a romper todas las estructuras partidistas con ese movimiento, que se ha impulsado como un proyecto peronista, muy personal, que busca en gran medida anular la capacidad de Esquerra Republicana, para erigirse en el único representante de todo el independentismo.