Fuerte. Con la idea de que el PP “ha regresado”, y que estará presente “de forma continua” en Cataluña, Pablo Casado ha reclamado que se endurezca el código penal, con una reforma que impida “una sedición impropia” y que ilegalice un posible referéndum, en una clara alusión al referéndum del 1 de octubre, que, no la ley en la mano, no era ilegal, después de la decisión de Rodríguez Zapatero en 2005.
Casado ha dado cuenta de su ejecutiva, justificando que sí ha realizado una integración, con una mitad de miembros de los equipos de Cospedal y otra mitad de los que formaban parte de los equipos de Sáenz de Santamaría. Sin embargo, esa no es la percepción de la exvicepresidenta, que rompió las negociaciones al entender que no se ha querido llegar a un acuerdo.
Derechos fundamentales
Pero el nuevo presidente del PP ha querido, desde el primer minuto, referirse a la situación de Cataluña. En competencia con Ciudadanos, que defiende una posición contundente en los últimos meses, el PP de Casado quiere estar presente y defiende que “aunque sea de forma preventiva”, se actúe para detener a los dirigentes independentistas.
El PP estará presente en Cataluña de una forma clara, buscando las contradicciones del resto de fuerzas constitucionalistas, insistiendo en que la prioridad es defender “los derechos fundamentales de todos los ciudadanos” y, especialmente, “de los catalanes” ante cualquier hecho o legislación de los independentistas.
Como secretario general, Casado ha elegido a Teodoro Garcia Egea, amigo personal, y diputado por Murcia, y a Dolors Montserrat como nueva portavoz del PP en el Congreso, en un guiño al PP catalán, pero también a Cospedal, porque ha sido la directora de campaña de la exsecretaria general del PP en las primarias