Sin paños calientes. El XIX Congreso del PP ha arrancado este sábado a primera hora de la mañana con un discurso muy duro de Soraya Sáenz de Santamaría. La exvicepresidenta del Gobierno ha advertido a los casi 3.000 compromisarios que están presentes en el hotel Auditorium de Madrid que ella tiene el apoyo de los afiliados. “Me hicieron ganar las elecciones del pasado día 5 y hoy me han traído hasta aquí como la más votada entre las bases”, ha afirmado, “os pido que vosotros también lo hagáis”.
“Soy Soraya, la del PP”, ha asegurado. Se ha presentado como la candidata que ha apostado por una campaña en positivo sin ir en contra de nada y en pro de la unidad. “Unidos hacemos realidad nuestros principios ganando elecciones”, ha sentenciado. “Ganar es a favor, nunca a la contra para que nuestro partido sea más fuerte”, ha asegurado.
Dardo a Casado
También ha mandado varios dardos contra su rival en el congreso, Pablo Casado, y contra su aliada tras las primarias del partido, su eterna rival, María Dolores de Cospedal. Cuando la futura presidencia de PP está en juego por un puñado de votos, ya que los apoyos iniciales de ambas candidaturas están muy igualadas, Sánez de Santamaría ha reivindicado que en su trayectoria política siempre ha sido leal y que esto le ha propiciado el reconocimiento de las bases del partido. Y avisa de que son los afiliados y las bases las que permiten que el PP ganen elecciones.
“Estoy aquí porque los afiliados me han votado a mi”, ha repetido en varias ocasiones de su intervención. “Yo no estaría aquí si no fuera la más votada”, ha relatado, “estaría en tu lista, Pablo, si me lo hubieses pedido”. Otro dardo contra su rival que le seguía desde la primera línea de el congreso del partido.
En su intervención se ha responsabiliazado de no haber conseguido una candidatura de unidad. Un reconocimiento que ha sido contestado con gritos de "¡unidad!" por parte de los compromisarios.
Vicepresidenta del Gobierno
También ha tenido palabras para reivindicar su etapa en el Gobierno como mano derecha de Mariano Rajoy. Ha tildado el trabajo realizado como una “época muy interesante” en el que han luchado para superar la crisis, ha "traído la recuperación" y ha hecho frente al independentismo catalán; "el señor Torra [presidente de la Generalitat de Cataluña] me ha puesto una querella criminal por obligarle a cumplir la ley, ¡y a mucha honra!" . Ha recordado a su hijo --“su maestra me dice que le encanta hablar en público y lo ha aprendido de vosotros”, ha afirmado”-- y ha sacado pecho de sus orígenes: “Yo soy castellano-leonesa”, “yo soy de la España rural”, ha afirmado.
Como colofón final a su discurso de cara al partido, ha sacado un abanico con la bandera de España como metáfora de que todo el mundo tiene cabida en el actual PP. Menos los corruptos, ya que ha asegurado que no estarán presentes en sus equipos si resulta ganadora. "Yo moriré siendo del PP", ha sentenciado.
Escrache en su casa
En cuanto a la carrera hacia el Gobierno, la candidata a la presidencia del PP ha asegurado que ella es la mejor baza para hacer frente a una “izquierda antigua”. Ha recordado que ella sufrió el “acoso al que llaman escrache”, la protesta que tuvo lugar en la puerta de su casa que ha tildado de “cobarde”. Según su discurso, los “insultos y amenazas” contra los políticos del PP no tienen futuro porque “a nosotros nadie nos achanta”.
Sánez de Santamaría ha salido vencedora en el sorteo que ha hecho al inicio del congreso para repartirse el orden de las intervenciones. Casado tomará su relevo en el escenario.