El Pacto Nacional por la Industria es el documento que mayor consenso político y social ha alcanzado en Cataluña en los últimos tiempos. Ha conseguido el apoyo de la inmensa mayoría de los partidos del arco parlamentario, de los agentes sociales más representativos y del mundo académico y de la universidad.
Pero las 114 medidas para dinamizar el sector productivo catalán han chocado con la parálisis política derivada del procés, una realidad que un mes después de que el Gobierno de Quim Torra echara a andar aún se mantiene. Los que han trabajado durante años para darle forma se quejan de que el nuevo Ejecutivo repite las promesas vacías de sus predecesores.
Falta de fondos
Básicamente, la reivindicación del documento como una herramienta central del trabajo que quiere impulsar sin acabar de desbloquear los fondos necesarios para que se empiece a ejecutar. La firma del acuerdo se oficializó hace un año. Fue la puesta de largo de Santi Vila como consejero de Empresa y Conocimiento. Lo rubricó ante la atenta mirada de la actual titular de esta cartera, Àngels Chacón, que acababa de ser nombrada directora de Industria.
La consellera conoce bien la medida y el secretario de su departamento de este ámbito, Joaquim Ferrer, lo defendió este jueves en un acto en Pimec. “El comité ejecutivo del Pacto Nacional por la Industria se acaba de reunir y hemos empezado a mirar cómo se recupera el tiempo perdido”, afirmó a preguntas de los periodistas. El problema, según los agentes sociales, es que no se ha definido ningún calendario.
Estudios sobre los retos
Sí que se han consignado fondos para este fin en los presupuestos de 2017 y 2018 (ha sido prorrogado). Pero los importes sólo han cubierto el encargo de varios estudios sobre los retos que debe abordar la industria catalana en los próximos años. Como el futuro de las pymes, el papel de la mujer en el sector productivo o las infraestructuras ferroviarias que se requieren.
Todos ellos, elaborados durante el año pasado. En el ejercicio en curso se escriben documentos sobre la calidad del trabajo en la industria o sobre ampliar la cuestión de la conexión ferroviaria con el acento puesto en el Corredor del Mediterráneo y en el debate sobre la liberalización de los operadores de mercancías.
Consejo Catalán de la Empresa
Los críticos con la gestión de los sucesivos gobiernos catalanes aseguran que en dos ejercicios solo se ha trabajado en identificar más retos. La lista de medidas de dinamización industrial sigue sobre la mesa, añaden.
Sí que se ha creado el Consejo Catalán de la Empresa, el órgano de gobernanza con participación de los agentes sociales en el que se debe fiscalizar la aplicación del plan. Otra iniciativa sin un desembolso económico destacado.
Desarrollo desde el municipalismo
Fuentes sindicales explican que para sortear la falta de recursos de la Generalitat se recurre a las administraciones locales. “Un polígono industrial no se transforma sin la aportación económica de los ayuntamientos”, indican a modo de ejemplo.
Cabe tener en cuenta que comarcas del área metropolitana de Barcelona como el Baix Llobregat, el Vallès Occidental, el Vallès Oriental y el Maresme, donde se concentra el grueso industrial catalán, ya contaban con sus propios acuerdos entre agentes públicos y representantes sociales para impulsar la actividad. Los marcos de diálogo que se han usado para empezar a desarrollar el Pacto Nacional por la Industria catalán.
Guerra entre los independentistas
Ferrer prometió este jueves que el “presupuesto de 2019 será sensible con el acuerdo”. Lamentó el “medio año de fondos paralizados” que ha implicado la vigencia del artículo 155 e indicó que las legislaturas “están para cumplirse”. La afirmación respondía a las dudas sobre la estabilidad entre los socios en el Gobierno.
Ya se apunta que la batalla abierta en el independentismo llevará a un nuevo adelanto electoral en Cataluña este otoño. Cuestión que dejaría otra vez en el aire las medidas para que el sector público ayude a la industria a realizar la gran transformación a la que se enfrenta, la de la digitalización. Los agentes económicos temen que, de nuevo, las promesas vacías del Govern impliquen otro año en el que el Pacto Nacional por la Industria se reduzca por parte de la Generalitat a realizar informes.