Puro desconcierto en la ejecutiva del PP catalán. La victoria de Pablo Casado en las primarias del PP en Cataluña supone un serio revés para Xavier García Albiol y Dolors Monserrat, que habían apoyado por María Dolores de Cospedal. Mientras el líder del PPC se mostró muy cauto para no quemarse, la exministra de Sanidad hizo campaña a favor de su compañera de Gobierno. Sin embargo, la militancia catalana ha votado en clave territorial, es decir, apoyando a sus dirigentes territoriales.
En este sentido es el diputado Alejandro Fernández el vencedor moral, ya que Casado era su apuesta. Y la victoria de este candidato ha sido contundente en la comunidad catalana: 735 votos (49,63%), frente a los 370 logrados por Cospedal (24,98%) y los 300 de Soraya Sáenz de Santamaría (20,25%). El resto se reparten entre los 46 de José Ramón García Hernández (3,11%), los 29 de José Manuel García Margallo (1,96%) y el voto logrado por Elio Cabanes (0,07%).
La estructura del partido, rota
“La diversidad del voto en las distintas autonomías demuestra que la estructura del partido estaba rota, la militancia se ha puesto de perfil respecto a los líderes que gobiernan en sus comunidades”, admiten fuentes del PP catalán. Andalucía ha sido clave en la victoria de Santamaría, que ha arrasado en esta comunidad, a pesar de que el exministro de Interior, Juan Ignacio Zoido –fuerte en Sevilla--, apostaba por Cospedal al igual que el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre. También apoyaba a la exministra de Defensa el presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, pero en esta autonomía también ha ganado Casado.
Los resultados en Cataluña suponen un importante toque de atención para Albiol. En su ciudad, Badalona, su candidata ha ganado, pero la diferencia con el resto de adversarios es muy escasa. En Girona, en cambio, ha ganado Santamaría, protagonista de la llamada “operación diálogo” secundada por el exdelegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, que hizo campaña a favor de la exvicepresidenta española.
La espantada de Rajoy
A la espera de lo que ocurra en la segunda vuelta de las primarias del PP --¿unidad de Cospedal y Casado contra Santamaría?--, lo cierto es que el ascendente del presidente del PP catalán sobre las bases es cada vez menor. Tras el batacazo electoral del 21D, que dejó al PP con solo cuatro diputados --había llegado a tener 19 en el Parlament--, Albiol puso su cargo a disposición de Mariano Rajoy, quien no lo aceptó a la espera de buscar un sustituto. Los acontecimientos se precipitaron, la moción del censura del socialista Pedro Sánchez prosperó y Rajoy se retiró sin ungir a ningún sucesor. “En el último congreso del PP se sentaron las bases para que Rajoy designara a un candidato único. No estaba previsto que abandonara. De ahí estas primarias que nadie esperaba”, explican las mismas fuentes.