Carles Puigdemont ha reclamado sus privilegios como expresidente de la Generalitat. El líder de Junts per Catalunya ha solicitado el despacho, coche oficial y seguridad a los que pueden acceder los exmandatarios del gobierno autonómico según la ley. El Govern estudiará ahora la petición y analizará si puede aceptarla teniendo en cuenta la situación de Puigdemont.
Éste se encuentra en Hamburgo, a la espera de que la justicia alemana resuelva la extradición que ha solicitado España. De no hacerlo, tiene previsto trasladarse de nuevo a Bruselas, a donde huyó de la justicia tras la declaración unilateral de independencia y la aplicación del artículo 155 en Cataluña. En concreto, la ley prevé cubrir los costes de una oficina con tres trabajadores, un vehículo con conductor y seguridad.
¿“Presidente legítimo”?
A lo que no puede acceder Puigdemont es al sueldo de expresident, que asciende al 80% del salario que tuvo en el cargo durante cuatro años, además de una pensión vitalicia del 60%. Y es que el líder independentista recibe un salario público, como diputado, ya que aguanta su escaño en el Parlament.
La condición como “presidente legítimo” que defendieron los independentistas tras el 155 y las elecciones de diciembre parece desvanecerse. Al principio, renunció a los privilegios a los que tiene acceso como expresidente, aunque un mes después de la formación del nuevo Govern, da marcha atrás y reclama los recursos.
La presidencia del PDeCAT
Puigdemont no se ha pronunciado todavía sobre el ofrecimiento que hizo Marta Pascal de que ocupara la presidencia del PDeCAT. La semana pasada, la coordinadora general de la antigua Convergència, abría las puertas a renovar la cúpula del partido con Puigdemont al frente y miembros de todas las facciones en los puestos directivos.