La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, ha advertido hoy al presidente de la Generalitat, Quim Torra, de que si el Govern decide romper sus relaciones unilateralmente con el Rey --como ha anunciado--, "será un problema no para el Rey, que no recibe por ello ningún menoscabo, sino para Cataluña, porque significará que la Generalitat no representa a la totalidad de Cataluña".
Celaá se ha posicionado de esta forma poco después de que el presidente autonómico haya avanzado que, pese a que sí acudirá este viernes a la inauguración de los Juegos del Mediterráneo, en adelante ni él ni ningún otro miembro del Govern asistirán a "ningún acto organizado por la monarquía española" y tampoco invitará al Rey "a los actos organizados por la Generalitat".
"Evitar tensiones"
La portavoz, no obstante, ha insistido en que el Ejecutivo está empeñado en recuperar la "normalización" y "evitar tensiones" en Cataluña, un camino en el que espera reciprocidad por parte del Gobierno autonómico catalán.
"Nos vamos a mantener en este tono de distensión", ha reiterado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, aunque ha subrayado que el Gobierno siempre mantendrá el "diálogo" en una mano y la Constitución en la otra.
El Rey "cumplió con su obligación" el 3-O
En cualquier caso, ha destacado que el jefe del Estado "cumplió con su obligación el día que hizo su declaración solemne", en alusión al mensaje del pasado 3 de octubre que Torra, esgrime para no volver a invitar a ningún acto a Felipe VI.
Para la portavoz del Ejecutivo, el 3 de octubre el Rey "cumplió con las obligaciones constitucionales que tiene la Corona" y "afirmó el poder de las instituciones españolas".
Reunión del 9 de julio
Preguntada sobre si la posición de Torra puede influir en la reunión con el presidente Pedro Sánchez el próximo 9 de julio, la ministra ha reiterado que el Gobierno está por la distensión y, por tanto, "todo irá institucionalmente como se deba hacer".
Sobre los puntos que tratará Sánchez con Torra en ese encuentro, Celaá ha dicho que no podía adelantar temas ya que se trataba de una reunión "abierta" en la que el Gobierno "escuchará y planteará sus puntos de vista" y que será "orientativa de conclusiones más importantes".