El Campo de l’Àliga en Barcelona se ha convertido en un punto de encuentro de miles de barceloneses en el primer partido de la Selección, donde este viernes las camisetas rojas y las rojigualdas convertían la bandera de España en el color predominante en la plaza de Alfonso Comín.
Por ello, la llegada del Mundial --y la exaltación nacional en la segunda ciudad más importante de España-- ha despertado la furia de los sectores independentistas más radicales de Barcelona. Han atacado la pantalla gigante instalada en la Ciudad Condal para seguir los partidos de la Roja.
Señalan a "Los de Artós"
El viernes por la mañana, horas antes del debut de la Selección en el Campeonato, el muro de este campo de fútbol aparecía con múltiples pintadas independentistas, realizadas por los colectivos de la izquierda independentista (EI) próximos a la CUP.
De hecho, los CDR llevan varios días alertando de la presencia de "fascistas" y "nazis" en el barrio de Sarrià como consecuencia de la instalación de la pantalla gigante, y Arran --las juventudes de la CUP-- señalan directamente al colectivo Los de Artós. En un comunicado, Arran Sarrià afirma que "el primer paso" para "apostar por la convivencia" es "no dejar ningún espacio al fascismo: ni en las calles, ni en las gradas, ni en ningún lugar". El texto finaliza con la frase "Fem-los fora", que lo han convertido en hashtag en Twitter para acosar a los seguidores de la Selección en la ciudad de Barcelona.
Mezcla de fútbol y política
De momento, con tan sólo un partido jugado, la tensión y la mezcla de política y fútbol ya se ha hecho notar en la ciudad, con pintadas en los alrededores de la pantalla gigante con los mensajes “Fora nazis”, “fora feixistes” o "Alerta Ultra", lazos amarillos en los accesos del recinto y pancartas en calles cercanas con consignas anti-españolas. Además, los independentistas han llenado la Plaza Artós de consginas antifascistas, un punto de encuentro histórico de los partidos de la Selección y del Espanyol.
Por otra parte, desde la CUP denuncian que tras el partido de la Selección, diversas personas realizaron cánticos fascistas al abandonar el Camp de l'Àliga, y acusan directamente a Barcelona en Comú de "poner el riesgo a los vecinos de Vallcarca con la pantalla gigante".