Ni los neoconvergentes ni los republicanos han perdonado a Demòcrates su apoyo incondicional a la candidatura unitaria de Jordi Graupera. Un proyecto que se había planteado como una némesis al hipotético aterrizaje de Manuel Valls como candidato de Ciudadanos a la alcaldía de Barcelona. Ni uno ni otro parecen generar muchos adeptos. Y, en el caso de Graupera, parece que su idea de una lista unitaria independentista tiene los días contados.
El único apoyo que tenía este joven secesionista procedía de Demòcrates, la formación liderada por los exdirigentes de UDC Antoni Castellà y Núria de Gispert. La expresidenta del Parlament es conocida ahora por su exacerbado independentismo en las redes sociales, mientras que el exsecretario de Universidades “tiene el dudoso honor de haber desgarrado UDC, traicionado a PDeCAT y, finalmente, a ERC”, explican fuentes soberanistas.
Goteo de ceses
En efecto, Antoni Castellà ha logrado irritar a los republicanos en general y al candidato de esta formación a la alcaldía de Barcelona, Alfred Bosch, que parte como ganador en la encuesta publicada por Crónica Global. Y eso que Demòcrates se presentó a las elecciones del 21D junto a ERC. Por su parte, PDeCAT presenta a Neus Munté, al margen de las experiencias transversales de Graupera.
Una vez formado el nuevo gobierno, el goteo de cargos destituidos procedentes de la antigua UDC, reconvertidos al secesionismo, no cesa. A la espera de lo que ocurra con la secretaría de Universidades, que depende de Vicepresidencia (ERC) y que se había convertido en feudo de Demòcrates –hasta ahora ocupaba ese cargo Arcadi Navarro--, de momento ha saltado Carles Sala, que ocupaba la secretaría general de Vivienda. Un negociado que siempre ha estado en manos de los convergentes. El consejero de Territorio, Damià Clavet, ha fusionado esta secretaría con Urbanismo y la creado la de Habitat Urbà y Territorio, que ocupa Agustí Serra.
Más bajas
También cae del organigrama Enric Vendrell, que hasta ahora era director general de Asuntos Religiosos, dependiente de la Consejería de Justicia (ERC), y que ha sido sustituido por Marcelí Joan i Alsinella, que ya ocupó ese cargo durante el mandato de Jordi Pujol.
Otro exmiembro de UDC que se pasó al independentismo es Martí Barberà, que ha saltado también, en ese caso de la dirección general de Atención a la Familia y Comunidad Educativa del Departamento de Enseñanza. Este es el cargo que le dio PDeCAT como recompensa tras incorporarlo a sus filas. Pero las competencias en educación dependen ahora de ERC, que ha prescindido de sus servicios.