Aseguran en el PSOE que la elección del nuevo Gobierno español, aplaudido por su solvencia profesional, es el resultado de una intensa labor del propio Pedro Sánchez quien, a modo de inversión de futuro, había ido contactando en los últimos meses con quienes ahora forman parte de su equipo gubernamental, para tantear su predisposición. "Ha sido una labor personal del presidente. En política, si se fracasa la culpa es del líder, pero si se tiene éxito, el mérito es de otros. No es el caso, aunque obviamente hay un equipo de máxima confianza de Sánchez", explican fuentes socialistas.
Los miembros del núcleo duro de Pedro Sánchez se pueden contar con los dedos de una mano. “Solo son cuatro, pero son su guardia pretoriana”, afirman las mismas fuentes. Y a juzgar por el desarrollo de los acontecimientos, la elección del presidente español ha sido todo un acierto. Se trata de Francisco Salazar, Adriana Lastra, Iván Redondo y José Luís Ábalos. Un equipo reducido que combina lealtad, profesionalidad, diversidad territorial y mucho olfato político.
Francisco Salazar
Uno de los 'culpables' de que, hace un año, la presidenta Susana Díaz exclamara: “En las primarias me han dado una hostia”, es Francisco Salazar (Montellano, Sevilla, 1968), quien ha sabido consolidar, e incluso ampliar, los feudos sanchistas en Andalucía. Está llamado a ocupar un cargo en Moncloa en el equipo de Iván Redondo, jefe de gabinete. Es militante en Dos Hermanas, agrupación que siempre se mostró leal a Sánchez desde que éste, en 2013, fue a dar una conferencia en la Casa del Pueblo. Fue entonces cuando el PSOE nazareno apostó por el desconocido madrileño, quien eligió precisamente la localidad de Dos Hermanas para anunciar su candidatura a secretario general en las primarias de mayo de 2017.
Este sevillano siempre tuvo claro que su fidelidad no pasaba por la presidenta andaluza Susana Díaz, sino por Pedro Sánchez. Y sin tener un perfil mediático, Francisco José Salazar es uno de los máximos hombres de confianza de Pedro Sánchez. Su papel fue clave en las primarias que, contra todo pronóstico, devolvieron la secretaría general al líder del PSOE.
El secretario ejecutivo de Acción Electoral del PSOE asume el reto de que el partido llegue a las próximas elecciones generales con músculo suficiente para revalidad el mandato ganado en la moción de censura. Su perfil social –es licenciado en Ciencias Políticas, pero también en ingeniería agrícola, especializado en medio ambiente--.
Fue alcalde de su ciudad natal entre 2003 y 2008, de ahí que sepa lo que es la proximidad y lo que es “hacer territorio”.
Francisco Salazar (d) en un acto con Pedro Sánchez
Adriana Lastra
Adriana Lastra (Ribadesella, Asturias, 1979) tiene una amplia trayectoria dentro del partido. Sánchez ha visto en ella lo que muchos tuiteros y simpatizantes de la derecha ignoran: un carácter firme para pilotar la pacificación dentro de un partido desgarrado tras el pulso entre Sánchez y Susana Díaz. Le reprochan no haber acabado los estudios de Antropología, algo que ella nunca ha escondido y que solo interesa a sus más firmes detractores. La vicesecretaria general del PSOE sustituirá a Margarita Robles en la portavocía del PSOE en el Congreso. Tendrá que asumir de nuevo un papel de interlocución entre los partidos rivales que apoyaron al presidente español en su moción de censura.
Como a todo político que se precie, las redes sociales ya le han causado algún disgusto. Comparó, y luego rectificó, a Albert Rivera, con José Antonio Primo de Rivera. “Me refería a José María Aznar”. La irónica Lastra, aficionada al heavy metal, tiene como padrino político a su “susanista”, el presidente de Asturias Javier Fernández, pero ella vuela sola desde que se afilió al PSOE a los 18 años.
Adriana Lastra, vicesecretaria general del PSOE
Iván Redondo
A Pedro Sánchez le ha podido más la profesionalidad que el partidismo al contar entre su guardia pretoriana a Iván Redondo (San Sebastián, 1981), exasesor del PP y ahora jefe de gabinete del presidente español. Aseguran que fue él quien decidió el momento propicio para presentar la moción de censura.
Aupó al dirigente del PP José Antonio Monago a la presidencia de Extremadura y a Xavier García Albiol, a alcalde de Badalona (PP). Pero, en este caso, no es cierto que la idea del polémico eslogan Limpiando Badalona sea de Redondo. A pesar de esos logros, la vieja guardia del PP echó a Redondo porque se vio intimidada por las técnicas renovadoras de este gurú de la comunicación política.
Licenciado en Humanidades y Comunicación por la Universidad de Deusto, es el fundador de la consultora Redondo & Asociados Public Affairs Firm. Pasó por el conocido despacho Llorente y Cuenca y ha asesorado tanto a sindicatos como a empresas. También es conocido por su participación en tertulias y demás espacios televisivos.
Iván Redondo, director de Gabinete de la Presidencia
José Luis Ábalos
Es el único de los cuatro miembros del exclusivo sanedrín de Pedro Sánchez que ha sido nombrado ministro, concretamente de Fomento. La cartera gubernamental que más dinero maneja. Es el dirigente con más edad, es decir, con más experiencia y colmillo retorcido. Ábalos (Torrente, Valencia, 1959) fue el encargado de presentar la moción de censura de Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy. Una intervención cargada de referencias a la corrupción del PP en Valencia, que conoce bien. También es uno de los ideólogos del discurso de Sánchez en esa histórica sesión.
Este profesor de Primaria creció políticamente en las Juventudes Comunistas y se afilió al PSOE en 1981. Desde entonces ha ocupado diversos cargos.
José Luis Ábalos, ministro de Fomento, durante su discurso en el debate sobre la moción de censura contra Rajoy
Como buen valenciano, es un entusiasta de la paella –luchó para que este plato tuviera un emoticono- y de las fallas. Hijo de un torero, capeó la polémica generada tras plantear una quita de la deuda catalana para destensar el conflicto catalán. “Es una propuesta personal”, dijo. De su lealtad al presidente español da fe el hecho de que, a pesar de ser secretario general del PSOE en la provincia de Valencia, se desmarcara del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, cuando éste apoyó a los críticos que forzaron la dimisión de Sánchez como secretario general en octubre de 2016.