Han formado parte de la cúpula judicial. Pero el camino no ha sido fácil. Ser mujer, dicen, todavía es un freno para ascender en la administración de Justicia. “Es como correr una maratón con tacones”, aseguró Consuelo Madrigal, exfiscal general del Estado durante las 1st Women Business & Justice European Forum organizado por el Colegio de Abogados de Barcelona.
Junto a ella participaron la expresidenta del Tribunal Constitucional (TC), María Emilia Casas, y la exvocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Montserrat Comas, que además fue presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género y actualmente es magistrada de la Audiencia de Barcelona.
Emilia Casas en un acto del Tribunal Constitucional
Emilia Casas fue la primera mujer al frente del TC (1998–2011). “El Constitucional es el supremo intérprete de las leyes, un lugar exquisito para defender los derechos fundamentales. Cuando llegué era un mundo masculino lleno de estereotipos, se me veía como una poquita cosa. A los pocos meses tocaba liderar las sentencias sobre la no concesión de las excedencias para personal interino en servicios de salud. Fue duro convencer sobre la discriminación indirecta, pero se comenzaron a cambiar las cosas”.
Primera sentencia por acoso
“En la primera sentencia de acoso que me pasaron –añade--, encontré un párrafo en el que se hablaba de ‘acoso razonable’, lo cual me pareció una barbaridad. Fue un camino lento”.
Casas explicó que la Constitución solo alude a las mujeres por su nombre en dos ocasiones: respecto a la igualdad conyugal y a su exclusión de la sucesión monárquica. “La Carta Magna debió hablar de discriminación por sexo femenino, no solo de ‘discriminación sexual’”, dice. Durante su presidencia, el TC avaló la ley integral contra la violencia de género. Considera que las leyes necesitan ser reformadas para combatir la lacra social que supone los femenicidios.
Consuelo Madrigal toma posesión como fiscal general del Estado
Casas se sorprende de que haya pocos conflictos sobre la brecha salarial. “Desde el año 2000 no hay una sentencia sobre desigualdad retributiva, excepto una reciente. Sí hay sobre el derecho a la conciliación”, indica.
Tiene anécdotas. “Cuando llegué al TC, un trabajador me preguntó si era la que llevaba los cafés”. Y en una cena con miembros del Tribunal Constitucional alemán, alguien planteó: “¿Con mujeres o sin mujeres?”
Paternalismo
La fiscal de la Sala del Tribunal Supremo, Consuelo Madrigal, que fue fiscal general del Estado entre 2015 y 2016, cree que se ha hecho mucho por la igualdad, pero “corremos el peligro de que se pierda lo ganado”. Asegura que “el mundo político y judicial se ha diseñado en el siglo XX, enormemente masculino. ¿Cómo combatir ese dominio? Depende de cada una de nosotras, depende de la decisión de libertad de cada mujer. Y la libertad es expansiva”.
Los estereotipos, dice, en ocasiones se presentan en forma de amabilidad. “Cuando yo empecé en mi profesión, había 500 hombres y 3 mujeres. Hombres paternalistas y demasiado amables que se sorprendían de que hubiera aprobado las oposiciones. Y que encima trabajara bien”. Puso como metáfora la mujer que corre una maratón con tacones, en alusión a las cargas estéticas, los estereotipos y la conciliación que debe soportar la mujer.
La magistrada Montserrat Comas, exvocal del Consejo General del Poder Judicial
La magistrada Montserrat Comas aplaude que, por fin, “un 53% de jueces y magistrados sean mujeres en España. La primera jueza en España data de 1976. Cuando a las mujeres se les da las mismas oportunidades que a los hombres, demostramos que podemos ejercer profesiones que hasta ahora estaban vedadas”.
Lenguaje administrativo masculinizado
Recuerda que en 1987, cuando entró en la judicatura “ya había muchas mujeres, pero en una ocasión oficié un matrimonio civil. La madre de la novia me felicitó, pero me preguntó si ese acto era tan legal como los que ofician los hombres”.
Manifestación contra la sentencia de 'La Manada'
Comas denuncia que solo doce de los 84 magistrados del Supremo son mujeres. Desde el CGPJ “mi lucha fue siempre aumentar esas cifras”. Valora muy positivamente que en el nuevo Gobierno del PSOE haya más mujeres que hombres. “Pero en 2018, a diferencia del poder ejecutivo y parlamentario, todavía no hay paridad en el poder judicial”, ha dicho.
Comas impulsó la creación del Observatorio, donde reclamó la existencia de juzgados de violencia de género. También luchó por cambiar el lenguaje administrativo masculinizado desde el CGPJ con la finalidad de combatir la invisibilidad de las mujeres.
'La Manada', 8M y #MeToo
¿Qué opinan estas juristas de la sentencia de 'La Manada', de la marea morada del 8M y del fenómeno #MeToo? Emilia Casas cree “se han puesto al alcance de la sociedad cosas que no se veían, han hecho visible el problema y la necesidad de avanzar”.
Para Comas “hay un antes y un después. El 8M fue un día histórico. El movimiento feminista existe desde hace mucho tiempo, pero la denuncia de la desigualdad social y laboral se ha contagiado a los hombres”.
Como penalista “valoro la sentencia de 'La Manada' como bien elaborada en la parte de la prueba: se creen a la víctima y hay corroboraciones periféricas sobre su relato. Pero esos hechos probados sobre una situación coactiva debió ir acompañada de una sentencia". Comas defiende una reforma del Código Penal que contemple como agresión o violación el acceso carnal a una persona drogada o sin sentido.