El PSC se ha convertido en el gran baluarte de Pedro Sánchez, que, tras una moción de censura que tenía el gran objetivo de “retratar” a Albert Rivera, el líder de Ciudadanos, se ha convertido en el presidente del Gobierno. Dos son los pilares que reclama Sánchez, el primer secretario, Miquel Iceta, y la alcaldesa de L’Hospitalet, Nuria Marín, que ha ejercido un papel de intermediaria fundamental en los últimos meses, como interlocutora del propio Mariano Rajoy, y plantando cara al independentismo, protagonizado por Carles Puigdemont.
Iceta está destinado a ejercer de ministro para Cataluña, sea desde Madrid o en Barcelona. El problema, como admiten los interlocutores de Iceta, es que el líder del PSC tiene un papel determinante en el Parlament de Cataluña, con Inés Arrimadas como la líder de Ciudadanos. Los dos centraron todo el interés en un debate en las jornadas económicas de Sitges que organiza el Círculo de Economía. El PSC necesita que Iceta esté en la cámara parlamentaria, que dé la batalla en el día a día, aunque Sánchez lo quiera también en Madrid.
Ciudadanos, tras L'Hospitalet
En el caso de Nuria Marín, el problema es el mismo, el de desvestir la alcaldía de su ciudada, L’Hospitalet, la segunda de Cataluña, por un ministerio en Madrid, en concreto en Foment, como ha señalado la Cámara de Comerç. El PSC podría perder la ciudad, deseada como agua de mayo por Ciudadanos. Por eso, el PSC duda en cómo situar todas sus piezas en el escenario español.
En la mochila del PSC hay otros dirigentes. El exdelegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, se perfila para volver a esa responsabilidad, como sustituto de Enric Millo, que ha ejercido en los últimos años como el representante de la ya exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en Cataluña.
Carles Ruiz y Vegara
El otro dirigente que valora Sánchez es Carles Ruiz, alcalde de Viladecans, destinado también a viajar a Madrid. Ruiz fue uno de los primeros militantes socialistas en Cataluña que apostó por Sánchez desde el primer momento. Y el líder del PSOE, que ha tomado la decisión de trabajar sólo con los que siente próximos, lo tiene en su lista.
Procedente del PSC es también el economista David Vegara, que podría formar parte de un núcleo duro en el equipo de Economía del Gobierno, como ministro o como titular de Hacienda.
La otra gran pieza del PSC es Meritxell Batet, diputada en el Congreso, que ha trabajado codo a codo con Sánchez. Sin embargo, Batet podría seguir con responsabilidades en el grupo parlamentario, sin acceder al Ejecutivo.
Salvador Illa o Rangel
El PSC tiene un tándem que ha manejado la situación en los dos últimos años, Miquel Iceta, y Salvador Illa, secretario de organización. Los dos podrían ocupar un papel relevante con Sánchez, el primero como ministro, y el segundo como delegado del Gobierno en Barcelona –esa plaza es la que se duda con la elección de Rangel—pero en el partido se señala que la labor de Illa “es esencial”. Es decir, de nuevo sería “desvestir” un santo para vestir a otro.
En cualquier caso, los hombres del socialismo catalán serán cruciales para establecer puentes entre el independentismo y el nuevo Gobierno español. El objetivo, sin hacerse ilusiones, es que se llegue a una aproximación, para que el independentismo acabe aterrizando al posibilismo. Iceta lo intentará, en Madrid o en Barcelona, y Marín también, en Madrid o en L’Hospitalet.