El Círculo de Economía no se resigna a una situación de bloqueo provocado por el llamado “problema catalán”. En vísperas de las jornadas económicas de Sitges, el Círculo de Economía reclama “blindar” las competencias para Cataluña, con una amplia reforma territorial que constate claramente qué competencias son responsabilidad del Gobierno central, y cuáles son de los gobiernos autonómicos, pero, en concreto, de Cataluña. En ese paquete de medidas, el Círculo, que preside Juan José Brugera, también señala que una pieza básica es el modelo de financiación, que debe tener características propias para Cataluña.

Con prisas de última hora, con la incorporación sobre la moción de censura que ha presentado el PSOE contra el presidente del Gobierno Mariano Rajoy, El Círculo reflexiona sobre la actual situación, y señala que se vive un contexto similar en otros países del entorno. Pero insiste en que el problema catalán, con dos terceras partes de la población partidarias de un referéndum para decidir el futuro de Cataluña, obliga a afrontar el reto “para que no quede bloqueada la modernización de España”.

Empantanado

Lo que señala el Círculo es que todos esos debates, los que permitan avanzar en esa dirección, se desarrollen, “con voluntad política”, en la comisión de evaluación del modelo territorial en el Congreso, que es, en estos momentos, “el único marco político parlamentario existente de diálogo político sobre el modelo territorial”. Esa comisión debería, a juicio del lobby empresarial, “ser la antesala para la convocatoria de la subcomisión parlamentaria para la reforma de la Constitución”.

La idea central del Círculo es que no se debería cerrar los ojos ante una realidad, guste o no, que constata una mayoría de catalanes a favor de decidir su futuro. Esa situación parte de una “anomalía”, y es que es “la única comunidad que no tiene aprobado por referéndum de sus ciudadanos su norma institucional básica, el vigente Estatuto de Autonomía”. El principio del Círculo, que puede ser discutible, es que sin tener en cuenta que “alrededor de dos tercios” de catalanes quiere votar en una consulta para expresar su voluntad sobre la forma de integración de Cataluña en el Estado, “el problema catalán permanecerá empantanado”.

Debilidades

El Círculo de Economía también detalla las debilidades del actual sistema de financiación autonómica. Afirma, de entrada, que el actual resulta “sumamente complejo y poco transparente”. Carga contra la “superposición de fondos de ajustes”, el desfase temporal entre la evolución económica autonómica y las transferencias que recibe y la cesión parcial de la recaudación impositiva.

Cuestiones todas ellas que llevan a una dependencia de la tesorería de las comunidades a los anticipos mensuales de la Administración central, con las consiguientes correcciones que conlleva. “Genera situaciones de insuficiencia financiera, así como problemas de gestión de tesorería”, advierte el lobby económico catalán. O, lo que es lo mismo, una falta de previsibilidad que compromete las finanzas autonómicas.

Falta de control de los ciudadanos

Todo ello, ante una “ausencia de control por parte de los ciudadanos” que “reduce los incentivos” para “desarrollar una política de gasto eficiente”, añade el Círculo.

Advierte, asimismo, de que la autonomía en el gasto que disponen los gobiernos autonómicos no se corresponde en a vertiente de los ingresos. Una desproporción que explicaría la falta de disciplina presupuestaria, que impide el acceso de las autonomías a los mercados financieros, la controversia con el ajuste del déficit público y que dificulta la “adaptación de la política fiscal a las condiciones de cada territorio”.

“Los resultados de aplicar el actual sistema difícilmente pueden ser más insatisfactorios”, concluye el Círculo. Por todo ello, urge a una reforma que aborde consideraciones tan polémicas como las cuotas de solidaridad entre autonomías.