La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el jefe de la oposición en el Ayuntamiento, Xavier Trias, han pactado hoy viernes, 24 de mayo, un plan de choque contra los narcopisos. La lista de actuaciones urgentes arrancará este mismo verano con un presupuesto de cinco millones de euros.

El llamado Plan de Verano de Ciutat Vella se desplegará en tres ejes. El primero buscará que se cumplan la ordenanza de civismo y el respeto al descanso de los vecinos. Para ello se desplegará un miniejército de agentes cívicos, arquitectos y abogados y técnicos. Su función será la de patrullar las zonas de ocio e incluso entrar en las escaleras para asegurar la convivencia entre vecinos. Asimismo, BComú y Grup Demòcrata se han conjurado para aumentar el número de multas recaudadas por vulneración de las ordenanzas municipales, que actualmente es muy bajo.

Contra las drogas

El pilar fundamental de la batería de medidas es un plan de choque contra la venta de drogas en Ciutat Vella. Con un presupuesto de dos millones de euros, contempla un incremento de horas y número de los profesionales sanitarios, tapiar los edificios vacíos si no se pueden incorporar al mercado, mejoras en el espacio público y elaborar un protocolo específico para los narcopisos en las llamadas al teléfono 112.

Además, el Ayuntamiento ofrece crear una mesa de trabajo con vecinos, entidades y representantes políticos, una redefinición de la mesa de drogas y un refuerzo de la seguridad en los barrios del Raval, Santa Caterina y Sant Pere. Se aumentarán los recursos, se busca mejorar la coordinación y se agregarán dos patrullas más de la Guardia Urbana a la Operación Cepillo, que peina el casco antiguo de la ciudad en busca de pisos que están en manos de los narcotraficantes.

Foco en el Parque de la Ciutadella

La tercera pata de la nueva herramienta de lucha contra la venta de drogas en Barcelona se centrará en el Parque de la Ciutadella. Colau y Trias han pactado revisar los horarios de apertura y cierre del parque, desplegar un equipo de mediadores y destinar patrullas específicas de la Guardia Urbana y técnicos de Barcelona Activa, que informarán sobre la cooperativa de vendedores ambulantes, entre otras medidas.

Cabe recordar que los narcopisos se han convertido en un problema de primer orden en el centro de Barcelona, especialmente en las calles en torno a la Rambla del Raval. El fenómeno ya se ha extendido al Barrio Gótico. De hecho, un clan de la droga ocupó esta semana un almacén del Museo de Cera en Las Ramblas para utlizarlo de dispensario de hachís.