Quim Torra, el nuevo presidente de la Generalitat, era federalista hace dos años. Sus discursos durante las dos sesiones del debate de investidura dejaban una cosa clara: llega al frente del Govern para mantener “nuestra inalterada voluntad de continuar el mandato republicano recibido de la ciudadanía”. Aunque apuesta por el diálogo, no ha descartado la unilateralidad. En octubre de 2016, tenía una postura muy diferente.
El nuevo president –que podría tomar posesión este mismo miércoles– defendía un Estado federal y no la independencia de Cataluña. En su Twitter compartió varios mensajes de apoyo a Pedro Sánchez, cuyo liderazgo en el PSOE se ponía en duda desde el mismo partido. De hecho, acudió a la sede socialista en la calle Ferraz de Madrid, desde donde colgó varias fotos.
“Federalismo” y “Pedrismo”
Torra no solo defendía el federalismo ante el “asedio en Ferraz”, sino que también se declaró partidario de Pedro Sánchez y su permanencia al frente del PSOE –al día siguiente dimitió tras perder una votación del comité federal para celebrar primarias en el partido–, que bautizó él mismo como “Pedrismo”. Deseaba también que el Senado “venga a Barcelona”.
No es la primera vez que los mensajes antiguos en Twitter le juegan una mala pasada a Torra. Desde que su nombre apareció como posible candidato a la presidencia de la Generalitat, los antiguos tuits y artículos publicados en medios de comunicación con opiniones polémicas que han sido calificadas de “racistas y xenófobas” salieron a la luz.