El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y el líder del PSOE, Pedro Sánchez, han acordado tras su reunión en la Moncloa, que ha durado 50 minutos, mantener el control sobre las finanzas de la Generalitat, tras la elección del presidente Quim Torra y sus declaraciones sobre la voluntad de restituir al gobierno “legítimo”.
En un comunicado conjunto, los dos dirigentes señalan que reforzarán “la defensa del orden constitucional”, y acuerdan que “la vigilancia en el cumplimiento de la legalidad se haga extensiva a los recursos públicos que conforman el presupuesto de la Generalitat para garantizar que se destinen al cumplimiento de los fines de interés general para el que están previstos, en los términos en que se ha venido haciendo desde la decisión adoptada por la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos en el año 2015”.
Carácter xenófobo
Rajoy y Sánchez, que han mantenido una gran sintonía en los últimos meses sobre la cuestión catalana, a diferencia de Albert Rivera, que ha insistido en que el 155 no se aplicaba con toda su potencialidad, han querido ofrecer una imagen de prudencia. La idea es que el nuevo Govern de Quim Torra dé sus primeros pasos, sin la tutela del 155, pero con la vigilancia puesta en los recursos públicos.
Los dos aseguran que se trata de “ofrecer una respuesta pactada y proporcional”, y rechazan el “discurso político frentista y de carácter xenófobo” de Torra.
A la espera de Rivera
La vigilancia se pondrá ante la posible puesta en marcha de nuevas estructuras de Estado, en todo aquello que “pueda vulnerar” la Constitución o el Estatut.
Rajoy tiene previsto reunirse este miércoles con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, para ofrecer la máxima imagen de unidad, aunque Rivera ha exigido que se pueda plantear la vigencia del 155 si no hay garantías de que el Govern de Quim Torra vuelva a la senda constitucional.