El exvicepresidente de la Generalitat y líder de ERC, Oriol Junqueras, y el exconseller de Exteriores y diputado de ERC en el Parlament, Raül Romeva, han presentado este martes un recurso de apelación ante la sala segunda del Tribunal Supremo contra el auto de procesamiento dictado por el juez instructor de la causa del 1-O, Pablo Llarena.
Ambos políticos catalanes critican que las resoluciones dictadas por el juez. En el auto, Llarena afirma que la independencia no puede defenderse pacíficamente, una conclusión que los encarcelados creen que aporta "una valoración política" y no judicial. En ese mismo recurso, defienden que el proyecto político independentista es legal y legítimo y siempre se ha defendido de forma pacífica, pese a que el juez considere que en los hechos ocurridos el 20 de septiembre y el 1 de octubre hubo violencia y sentencian: "Es una interpretación totalmente sesgada".
Sin perspectiva judicial
Las defensas de los dos exconsellers plantean que el conflicto catalán debería abordarse por la vía política y no la judicial: "Si España tiene o no una democracia madura y si los tribunales penales son capaces de entender que el conflicto político debe ser solucionado por medios políticos".
El recurso contiene un epígrafe con el título 'La rebelión que se evapora', donde se alega que imputar este delito es indefendible y que "es un sin sentido y causa sonrojo" que se contemple en esta causa.