Desde que decidió fugarse de España, Toni Comín ha ido perdiendo enteros en ERC, cuyo líder, Oriol Junqueras, le apadrinó como nuevo valor emergente hasta el punto de designarle consejero de Salud en la anterior legislatura.
Sin embargo, el exdiputado del PSC se ha hecho fuerte en Bruselas, donde no renuncia a formar parte de un “gobierno en el exilio”. Una postura que le ha hecho perder el favor de Junqueras. Son numerosas las ocasiones en las que ERC le ha pedido a Comín que renuncie a su escaño de diputado para que corriera la lista y garantizar las mayorías. Otros compañeros de filas procesados –Carme Forcadell, Marta Rovira y Dolors Bassa— lo hicieron. No así Comín, al que finalmente se ha concedido el voto delegado.
El castigo de Junqueras
Junqueras quiso castigarle designando a Joan Ignasi Elena consejero de Salud, privando así a Comín de una segunda oportunidad en un departamento donde ha protagonizado numerosas crisis. Pese a ello, los republicanos siempre tuvieron claro que querían darse una nueva intentona al frente de este departamento crucial en la política social de todo gobierno.
La elección de Elena, exalcalde socialista de Vilanova i la Geltrú y fundador de Avancem, sorprendió en ERC. La condición de preso preventivo de Junqueras no facilita la comunicación con los actuales dirigentes del partido. Pero quien montó en cólera fue el propio Comín que, según ha podido saber Crónica Global, amagó con no votar a Quim Torra en la sesión de investidura que comienza hoy en el Parlament.
Marcha atrás
Como se sabe, las mayorías independentistas penden de un hilo, ya que la CUP mantiene su abstención. La relación entre Elena y Comín no es buena, cuentan estas fuentes. De ahí el berrinche.
Por ello, ERC ha vuelto a su opción inicial, David Elvira, director del Servei Català de la Salut, bien visto en el sector sanitario por su experiencia de gestión.