Hace más de tres años que la Diputación de Barcelona, presidida desde 2015 por Mercè Conesa, se niega a colocar la imagen del Rey en el Salón de Plenos. Varias son las excusas dadas por los independentistas, entre ellas la necesidad de lograr un posado de Felipe VI para garantizar el “rigor y la fidelidad” del busto que dicen haber encargado.
Los peregrinos argumentos de los independentistas se remontan a 2014, cuando el presidente de la Diputación era Salvador Esteve (CiU). Preguntado por la ausencia de la imagen del Rey, el gobierno del ente supramunicipal explicó que el 23 de octubre se encargó a la empresa Fineria Artística Ginfer SL un busto de bronce del Felipe VI. Con esta finalidad, la Oficina de Patrimonio Cultural autorizó un gasto de 2.904 euros.
Nuevas fechas de entrega
La fecha de entrega prevista era el 31 de diciembre de 2014, pero no se cumplió. De ahí que los convergentes se agarraran a ese retraso para no colocar ningún símbolo monárquico, a pesar de que la Casa Real o el Gobierno acostumbran a distribuir retratos oficiales del Rey a las administraciones.
Meses después, el PP volvió a exigir el cumplimiento del Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales, según el cual "en lugar preferente del Salón de Sesiones estará colocada la efigie de Su Majestad El Rey".
La Diputación argumentó que se había fijado un nuevo plazo de entrega, el 22 de enero de 2015, que sería ampliado de nuevo al 31 de julio de 2015. Este segundo plazo se volvió a incumplir. La excusa en esa ocasión fue la necesidad de “poder obtener un posado del Rey Felipe VI que facilitará la realización del encargo con mayor rigor y fidelidad".
¿Arrinconado en un almacén?
¿Se hizo una petición en este sentido a la Casa Real? ¿Respondió? Se desconoce. “Mientras tanto seguimos sin poner el retrato fotográfico de Felipe VI”, denuncia el portavoz del PP en la Diputación, Ramón Riera. El plazo de entrega se amplió hasta lo máximo permitido en un contrato menor: 13 de noviembre de 2015. “No tenemos ninguna noticia del busto. O no se ha hecho. O si se ha hecho, no sabemos si se ha entregado y se ha pagado, o se ha arrinconado en un almacén”, denuncia el popular.
Asegura que, “en cualquier caso, hay una evidencia: la ley no permite excusarse en la falta de un busto para no colocar una fotografía que está a disposición de esta corporación”. Porque, como explicó este medio, la Diputación lleva tres años restaurando un cuadro del Rey.
Resoluciones judiciales
El PP explica que hay dos sentencias judiciales que recuerdan a las administraciones la obligatoriedad de exhibir la imagen del monarca en lugares visibles. Una fue dictada por el Juzgado de lo Contencioso-administrativo número 1 de Vitoria en octubre de 2008. Por su parte, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco se pronunció en el mismo sentido en mayo de 2010.
Ambas resoluciones coinciden en la obligación que tienen los ayuntamientos de colocar el retrato del Rey en lugar preeminente, así como la bandera, que debe estar, según precisan, en el exterior. La enseña debe ocupar un lugar preferente en el interior de todos los edificios de la Administración ya sea central, institucional, autonómica, provincial, insular y municipal del Estado.