La juez de Instrucción número 2 de Manresa (Barcelona) ha rechazado investigar a los guardias civiles que cargaron en una escuela de Callús (Barcelona) para impedir el referéndum ilegal del 1-O. Allí se concentraron 300 personas, entre ellas el alcalde, Joan Badia, para dificultar que los agentes se llevasen las urnas.

La magistrada entiende que no existió “exceso policial” y que los agentes emplearon la “fuerza mínima indispensable” ante una “resistencia activa”.

Un vídeo

Recuerda que un guardia civil resultó herido y hubo nueve lesionados leves entre quienes allí se concentraron. El mismo Badia terminó por los suelos al interponerse en el camino de la Guardia Civil, como se aprecia en el vídeo.

Una vez recuperado, el alcalde trató sin éxito de poner paz entre policías y manifestantes, antes de que los miembros del cuerpo armado se llevasen las urnas y el resto del material electoral del referéndum ilegal de independencia.