La Asociación Pro Guardia Civil (Aprogc) ha remitido una carta a Unicef y a sus comités español y catalán para exponer a esta organización, que vela por los derechos de la infancia, la situación de acoso a los hijos de guardias civiles en Cataluña, en especial en el caso de Sant Andreu de la Barca, y le ha pedido que los defienda.
Según un comunicado de esta asociación, en la carta se explica el "acoso y humillación" que sufren estos niños, y "no solo en los recientes casos conocidos en un colegio de esa comunidad, sino en todo el proceso radical de independentismo, con escraches en sus casas, pintadas, etc., solo por su condición de hijos de guardias civiles".
Como los nazis
En las misivas, Aprogc considera que los organismos e instituciones públicas y las distintas asociaciones "que deberían defender la infancia, no lo están haciendo como debieran".
Por ello, la asociación ha pedido a Unicef que se pronuncie públicamente en su defensa y señala en sus cartas que es una situación conocida ya, porque en Europa ya se ha sufrido "durante el régimen nazi en Alemania y la guerra de los Balcanes".
Embajadores de Unicef
Recuerda que en España existen diez personas públicas y famosas que figuran como embajadores de Unicef, a los que Aprogc quiere dirigirse a través de las redes sociales para que también se expresen públicamente en defensa de los menores hijos de guardias civiles que viven en Cataluña.
Aprogc aprovecha el comunicado para reprochar la actitud "lamentable y ruin" de diversas entidades que "se han puesto del lado de los acosadores, olvidándose de los derechos de los niños", que deben ser objeto de "la más absoluta protección".
Amenazas y discriminaciones
La entidad concluye que aunque en España es obligatorio proteger la imagen de cualquier menor tapando sus rostros cuando aparecen en fotografías o imágenes publicadas, sin embargo "se consiente que se les ofenda, se les amenace, se les persiga y se les discrimine por su condición o nacimiento".
Todo ello, apostilla Aprogc, está prohibido en la Constitución. "¿Quién los protege?", se pregunta.