El Govern, que dice estar concienciado con la protección del medio ambiente, no predica con el ejemplo. Del total de la flota de coches del Govern renovada el año pasado, 314, solo 8 son híbridos (2,5%) y 4 son eléctricos (1,2%). El departamento que, dentro de esas cifras ínfimas, más sensible se muestra es la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), que tiene dos vehículos eléctricos, y Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña (FGC), que tiene otros dos. FGC usa, además, cinco coches híbridos, mientras que Infraestructures.cat utiliza dos y el Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña, uno.
Así consta en una respuesta parlamentaria de la Consejería de Vicepresidencia y de Economía a una pregunta del diputado del PSC Jordi Terrades. En 2016, de los 964 vehículos renovados, solo dos eran eléctricos.
En base a esos datos, el socialista ha presentado una propuesta de resolución en la que se insta al Govern a “liderar, desde la administración pública, la transición hacia un modelo de flotas de vehículos compuestas en su totalidad por vehículos eléctricos” e “impulsar y facilitar el cambio a vehículos eléctricos en un horizonte de diez años, para las empresas que disponen de flotas comerciales de transporte y de reparto de diez o más vehículos, incluyendo el sector del taxi.
Asimismo, el diputado propone “que la renovación de la flota de los Departamentos, de las empresas públicas, consorcios y los organismos dependientes de la Generalitat, a partir del año 2018 y en sus diversas modalidades, se haga sólo con vehículos eléctricos, híbridos o con propulsión alternativa”. Finalmente, reclama marcar como objetivo que el 100% de la flota pública de la Generalitat sea eléctrica en 2030.
3.500 muertes prematuras cada año por contaminación
Recuerda el socialista en su iniciativa parlamentaria que "la mejora de la actividad económica ha conllevado el aumento de los índices de tráfico, el repunte del tráfico por carretera (el consumo de combustibles de automoción en 2016 fue superior al de los cuatro años anteriores) y en consecuencia también un aumento los porcentajes de NOx y PMl0 en las estaciones medidoras".
Todo ello ha provocado un "problema es muy grave: 3.500 muertes prematuras cada año por contaminación sólo en el área metropolitana de Barcelona, 100 veces más que el número de víctimas por accidentes de tráfico. No sólo estamos reduciendo la esperanza de vida, sino también la calidad de vida de miles de ciudadanos y ciudadanas".