Durante meses se les consideró los amos del agitprop. Se decía en medios políticos que los independentistas habían sido muy hábiles en el uso de la comunicación y del marketing. Que el procés se había adueñado del “relato” frente a un constitucionalismo sin discurso. Las cosas han cambiado. El entorno de Carles Puigdemont ha perdido su astucia mediática y su músculo comunicativo. No es para menos. La resistencia del expresidente a aclarar su futuro, esto es, si quiere enrocarse en su investidura y forzar elecciones o propiciar la creación de un nuevo gobierno, provoca serios problemas de interlocución. Hasta el punto de provocar roces internos en el núcleo duro de Puigdemont, hasta ahora caracterizado por su firmeza.
De esa “desinformación” da cuenta la reunión que, el pasado sábado, mantuvieron los diputados del grupo parlamentario de Junts per Catalunya con su líder en Berlín. Una reunión que había levantado muchas expectativas, pues dado que el tiempo corre hacia el 22 de mayo –fecha límite para formar un nuevo ejecutivo si se quieren evitar elecciones--, se esperaba que Puigdemont rompiera su silencio, es decir, abandonara la opacidad con la que ahora ha gestionado este proceso de investidura. Pero lo cierto es que uno de sus principales interlocutores no estuvo a la altura.
Se trata del diputado Eduard Pujol, exdirector de RAC1, portavoz adjunto en el Parlament, quien no supo transmitir bien lo ocurrido en ese cónclave. Es decir, si Puigdemont volvía a ser el candidato prioritario o si habría un presidenciable nuevo.
"Sin fondo político"
“Los fontaneros de comunicación de Puigdemont se vieron obligados a emplearse a fondo para explicar bien lo que él no supo contar ni a los medios catalanes desplazados a Berlín”, explican a Crónica Global fuentes soberanistas. Aseguran que Pujol “comienza a perder puntos” a pesar de su empuje inicial y que sus compañeros de partido afirman que esa portavocía “le va grande. Comunica con frases sencillas pero le falta mucho fondo político. Crea confusión”.
De ese descontento generado son un ejemplo los comentarios que Agustí Colominas, considerado el ideólogo de la operación Puigdemont, hizo en las redes sociales respecto a la necesidad de "saber interpretar" a los portavoces de los grupos parlamentarios.
Por su parte, la portavoz parlamentaria, Elsa Artadi –uno de los nombres que suena como candidata alternativa—, acudió a RAC1 para tratar de deshacer el entuerto generado por Pujol.