Los cambios en el terreno de la comunicación son un tsunami al que empresas y políticos se deben adaptar. Lo dice Sergio Roitberg, presidente y CEO de Newlink, con sede en Miami y que está considerada como una de las 30 principales consultoras de Estados Unidos. Acaba de cerrar un acuerdo con la española Globally.
Nacido en argentina, Roitberg ejerció de periodista en CNN y CBS, entre otros medios televisivos internacionales, antes de fundar su empresa, en 1998. “Tuve la oportunidad de relacionarme con el poder, dedicarme al marketing electoral. Pero me interesa mucho más la relación del gobierno con la sociedad”, explica a Crónica Global. Mucho se ha hablado, y lo sabe, de la importancia de la propaganda en el llamado procés. Muy prudente, asegura: “La comunicación es la mejor excusa que tienen los gobiernos que fracasan”.
Detecta "un nivel de efervescencia que expresa esa sensación de diferencia entre estados o entre pueblos. O dentro de un mismo pueblo". "No creo que el problema sea que un gobierno comunica peor o mejor. Yo conozco el mundo catalán, a quienes son catalanistas. Los problemas son más de fondo y vienen de hace mucho tiempo, lo que pasa es que ahora se expresan de otra manera. Ha aflorado lo que la gente piensa. El desenlace no tiene que ver con la comunicación".
Los miembros del Govern en una foto en el 2016 / EFE
Modernizar el Estado
Confiesa un cierto hartazgo del marketing político y prefiere "colaborar en la modernización del Estado". "Prefiero ayudar a crear una mejor conexión del gobierno con la sociedad. Prefiero ayudar al gobierno desde el punto de vista social, más que ayudar a ganar elecciones. No quiero participar en la maquinaria electoral".
¿Quién es más difícil, un cliente político o una empresa? “Es una buena pregunta –dice Roitberg--. Depende del político. Si tiene menos de 40 años y entiende que el mundo ha cambiado, es muy fácil. Pero hay otros mayores con asesores más antiguos y por ahí van. Pero el camino es un tsunami y hay que saltar. Nosotros nos dimos cuenta de que la mejor manera de participar en este mundo es la colaboración”.
Al respecto, subraya la necesidad de "escuchar a la gente y darle propuestas, buscar que alguien la lidere y la lleve a un determinado lugar". "Escucho con asombro como algunos políticos dicen que escuchan a la gente. ¿Qué tiene de bueno eso? ¿Qué propuesta tienen?", se pregunta.
Los ministros del Gobierno posando junto al presidente Rajoy y al rey Felipe VI en 2016 / EFE
Velocidad, transparencia, colaboración y conciencia social
Newlink aplica una metodología denominada Orbital Thinking que ayuda a los clientes a adaptarse a una realidad cambiante. “El mundo de hoy está impactado por cuatro fuerzas: velocidad, transparencia, colaboración y conciencia social. Yo no aconsejo al cliente, sino que trabajo conjuntamente con él, procurando que los departamentos y los directivos participen en una estrategia orbital para generar engagement".
Roitberg entiende que “hay que reformular la palabra comunicación y empezar a hablar de conexión. Hasta ahora, el alcance (difusión) y la credibilidad del medio de comunicación eran la base. Ahora, alcance y credibilidad ya no están solo en manos de los medios, están en manos de la gente gracias las redes sociales. La gente cree en otra gente”.
Por tanto ¿ya no es tan fácil persuadir? “Ya no tenemos el control, antes teníamos la llave de la conexión de la gente. Hoy la gente puede llegar a mucha otra gente sin necesidad de pagar licencias. Se trata de un cambio fundamental, la gente cree en sus pares”. El consultor asegura que “vamos hacia un mundo anterior a cuando apareció la televisión. Volveremos a conversar. Yo hablo y tú escuchas”.
Convivir con el ruido
“Venimos de la era del taladro en el cerebro en la gente y pasamos a una era en la que había acceso a la información que, con las redes sociales, se comparte. Compartir tiene un impacto importante”, afirma. Pero hay que aprender a convivir con el ruido, precisa.
“Es muy sexy hablar de cambio. Obama ganó con su cambio y la gente le respondió Yes we can. Pero cambiar es muy complicado. Hay formas de poder gravitar por encima de ese ruido”.
Con más de 300 empleados y 200 clientes entre sus sedes de Estados Unidos, Latinoamérica y España, la unión de Newlink y Globally afronta el reto de su expansión en Europa.