Lluís Salvadó campa a sus anchas en las redes sociales, donde lejos de mostrar su arrepentimiento sobre sus comentarios machistas, pasa al contraataque ante cualquier atisbo de crítica. El partido guarda silencio, pendiente de resolver el expediente sancionador abierto a raíz de las declaraciones grabadas por la Guardia Civil en las que Salvadó defendía el fichaje de mujeres con “tetas gordas” para ocupar vacantes en el Govern de Cataluña.
Sus disculpas fueron muy tibias –“no sé qué hacer”, “soy de sarcasmo bruto”, dijo-- y esta semana se ha enzarzado en Twitter con la diputada del PSC, Beatriz Silva, quien ha presentado una iniciativa parlamentaria en la que pide sancionar este tipo de comentarios sexistas.
Fuentes parlamentarias aseguran que en ERC no se habla del “caso Salvadó”, a pesar de que las juventudes de ERC pidieron su dimisión en el marco del aluvión de críticas recibidas. Apuntan que el encarcelamiento de Oriol Junqueras y el “exilio” de Marta Rovira ha dado alas a Salvadó, secretario general adjunto de ERC y exsecretario general de Hacienda de la Generalitat –está investigado por malversación--.
El pulso que mantiene ERC con Junts per Catalunya en relación a la formación de gobierno está provocando seísmos internos, de ahí que el partido haya tomado algunas decisiones erráticas, como proponer a Lluís Salvadó como diputado interventor para luego retirar esa candidatura al comprobar el rechazo generado.
La coincidencia
Se da la circunstancia de que, ese mismo día, Silva presentó su propuesta de resolución en la que se insta al Parlament a garantizar el uso de un lenguaje no sexista en su tarea institucional y asegurar que los miembros del Govern no incurran en conductas y expresiones que puedan ser consideradas sexistas.
En la polémica conversación, Salvadó pronunció frases del tipo "están buscando una rumana, como la mujer de Puigdemont, o una brasileña, que son resultonas"; "es más fácil inaugurar un auditorio que encontrar mujeres"; o "pues mira, la que tenga las tetas más grandes".