El escándalo del máster de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha destapado la caja de los truenos de los falsos currículums de los políticos en España, una situación que afecta a la mayoría de los partidos y que no es ninguna novedad.
En Cataluña, destacan algunos casos de políticos nacionalistas catalanes de primer nivel que inflaron –por activa o por pasiva– sus méritos académicos y que han estallado en los últimos años, pero que han quedado impunes y prácticamente en el olvido. Entre estos se encuentran Carles Puigdemont, Pilar Rahola, Ada Colau, Joana Ortega, Marc Guerrero y Oriol Junqueras.
Joana Ortega, ‘licenciada’ en psicología
En marzo de 2011, unos meses después de asumir el cargo de vicepresidenta de la Generalitat con Artur Mas, se descubrió que Joana Ortega mentía en su currículum. La dirigente de CiU aseguraba ser licenciada en psicología por la Universidad de Barcelona, cuando en realidad no había acabado la carrera. Ella lo atribuyó a un “error involuntario” de “transcripción”. Sin embargo, ese “error” no solo aparecía en la web oficial de la Generalitat sino que se repetía en una entrada de su blog personal --escrita meses antes en primera persona-- y en otro currículum difundido por su partido --UDC-- tres años antes.
A pesar de que quedó meridianamente claro que hubo engaño, Ortega siguió como número dos del Govern cuatro años más, siendo una de los principales responsables de la organización de la consulta independentista ilegal del 9N de 2014. A finales de 2012 terminó la carrera de psicología, 29 años después de empezarla.
Puigdemont, ‘licenciado’ en filología catalana
Puigdemont tampoco se libra de la fiebre del engorde curricular. En enero de 2016, al ser designado por sorpresa para suceder a Mas al frente de la Generalitat de Cataluña --hasta entonces era un casi desconocido político de segundo nivel que ocupaba la Alcaldía de Girona--, la mayor parte de los medios de comunicación tanto de ámbito catalán como nacional glosaron su trayectoria asegurando que era “licenciado en filología catalana”.
Nunca trascendió de dónde procedía esa información, pero ni el hoy prófugo de la justicia ni su entorno la matizó, pese a que, en realidad, el dirigente nacionalista únicamente había terminado el bachillerato. Crónica Global destapó el malentendido, pero el protagonista no recibió reproches ni críticas trascendentes, mientras que en su currículum oficial se zanjó el asunto con una referencia a sus “estudios de filología catalana”.
La ‘abogada’ Colau
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, también ha disfrutado de unos méritos académicos inmerecidos. En abril de 2011, cuando ejercía de portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), fue presentada como “abogada” durante una intervención suya en el programa de TV3 Singulars. Sin embargo, según admite en su currículum oficial, estudió filosofía en la Universidad de Barcelona, pero “me quedé a 30 créditos de la licenciatura”.
A pesar de que el programa fue un cara a cara de más de 40 minutos entre Colau y otro invitado, la activista no encontró ningún momento para desmentir o matizar las palabras del presentador, Jaume Barberà. Además, un faldón reiteraba el error en la pantalla asegurando que era “jurista”.
La ‘doctora’ Rahola
Uno de los casos más relevantes de currículums falsos es el de Pilar Rahola y sus doctorados inexistentes. La exdiputada de ERC y exmiembro del Consejo Asesor para la Transición Nacional (CATN) alardeó durante años de tener dos doctorados, uno en filología catalana y otro en filología hispánica, pese a que no era cierto. Sus doctorados aparecían reflejados en su web personal, así como en diversos artículos suyos publicados en varios países y en algunos de sus libros. También fue presentada como doctora en filología en varios actos públicos sin que ella lo corrigiera.
En 2014, cuando Crónica Global destapó el engaño, Rahola rectificó rápidamente su currículum y dio unas vagas explicaciones. Pero ni siquiera dimitió del CATN, un órgano de la Generalitat creado por Artur Mas para promover la secesión de Cataluña, y cuyos informes han sido utilizados por el Tribunal Supremo en el proceso judicial contra los organizadores del intento de ruptura unilateral. Hoy, Rahola, sigue siendo un referente intelectual y moral del independentismo catalán.
La tesis doctoral de Marc Guerrero
En abril de 2016 estalló otro escándalo en torno a la tesis doctoral de Marc Guerrero, dirigente de CDC y líder del sector liberal del partido (de hecho, fue vicepresidente del Partido Liberal-Demócrata Europeo, ALDE, en representación de CDC). La Universidad de Barcelona inició los trámites para revisar su título de doctor en ciencias sociales después de que una comisión técnica de la universidad acreditara que el político copió literalmente varias páginas de un libro de Jaume Urgell; una parte, además, que se consideró fundamental en la estructura argumental de la tesis.
Un año y medio después, la universidad archivó el caso por considerar que había caducado --la tesis se leyó en 2008-- por una falta de diligencia de su escuela de doctorado. Una escuela que había sido dirigida hasta unos meses antes por Enric Canela, un conocido activista independentista de la órbita convergente. El caso pasó al olvido.
Junqueras y su tesis
En diciembre de 2012, el periodista Arcadi Espada denunció ciertas irregularidades en la tesis doctoral del entonces líder de ERC, Oriol Junqueras. Según Espada, un miembro del tribunal que le examinó denunció que su tesis doctoral (Economía y pensamiento económico en la Cataluña de la alta edad moderna, leída en la UAB en 2002), tiene “un número tal vez excesivo de páginas clavaditas a otras que se encuentran en el libro Historia Política y Económica de Cataluña. Siglos XVI al XVIII, de Jaime Carrera Pujal”.
La denuncia cayó en saco roto y Junqueras alcanzó la vicepresidencia de la Generalitat tres años después.