Círculos políticos de Madrid ven en Llarena al presidente de España

Como un boomerang. La estrategia de Mariano Rajoy de dejar todo el conflicto en Cataluña en manos de los jueces ha provocado ya el enojo del mundo conservador que le podría apoyar. El articulista José Antonio Zarzalejos, muy influente en sectores del PP, considera que el presidente efectivo es el juez Pablo Llarena, porque Rajoy ha “vaciado de facultades el Gobierno en una estrategia de irresponsabilidad verdaderamente escandalosa”.

No hay simpatías hacia el movimiento independentista en esos círculos en Madrid, no se considera que el expresidente Carles Puigdemont pueda tener éxito en su estrategia desde Berlín, pero no se entiende la actuación del Gobierno del PP, y se reprocha que prácticamente no haya movido un dedo desde el inicio del proceso soberanista.

Sin margen de maniobra

Según Zarzalejos, como explica en un artículo en El Periódico, Rajoy sólo se ha dedicado a “despejar balones”, hasta tal punto que ha terminado por perder, “los atributos que son propios del Gobierno. Ni él ni su Gabinete tienen margen alguno de maniobra en los problemas que conciernen al país, sean de la naturaleza que fueren”.

Frente a eso, o como consecuencia de esta no actuación, existe un vacío de poder, a juicio de Zarzalejos, una visión que comparte de desde hace meses los sectores del PP que todavía mantienen contactos con José María Aznar. Ese núcleo de dirigentes que ven en Rajoy un gobernante sin rumbo, y que está provocando un debate interno, intensificado con el asunto de Cristina Cifuentes en la Comunidad de Madrid, que erosiona a todo el partido, carcomido por la corrupción y el avance de Ciudadanos.

Los jueces, insisten

Lo que hay ahora, a juicio de esos sectores, que se agrupan también en el movimiento cívico Libres e Iguales, donde destaca Cayetana Álvarez de Toledo, conectada con Aznar a través de Faes, es un poder que ejerce el poder judicial. Lo señala Zarzalejos, al insistir en que “la única referencia de poder real, efectivo y eficiente, es la Sala Segunda del Tribunal Supremo, además de los jueves y otros tribunales, y en el contraste de legalidad constitucional, el TC”. No hay nada más, ante la dejación de Rajoy.

El convencimiento que se ha instalado es que Rajoy ha perdido la batalla en el campo internacional, como se habría comprobado con la decisión de la Audiencia Territorial de Schleswig Holstein, y que los jueces no entienden esa indolencia, aunque incidirán en que se reconozca el delito de rebelión en el caso de Carles Puigdemont.

Referencia para los españoles

Ante todo eso, Zarzalejos manifiesta lo que se ha ido imponiendo en algunos círculos políticos y empresariales de Madrid, y es que el único que está haciendo frente a todo es el juez Llarena. “Una persona de enorme relevancia social y política sentenció que en España tenemos, sí, un presidente, pero no es el del Gobierno, y se llama Pablo Llarena”.

Con la decisión del independentismo, además, de hacer de Llarena su punto central por las críticas y los reproches vertidos, Zarzalejos señala que dará fuerzas, todavía más, al juez. “Si se interpone, como la acordado la Mesa del Parlament, a instancia de los separatista, una querella criminal por prevaricación contra el instructor del caso del ‘procés’, Llarena aumentará su dimensión referencial para muchos millones de españoles”.