Tercer revés a Ada Colau en una semana. La alcaldesa de Barcelona ha pinchado con su proyecto para crear una funeraria municipal que comercialice entierros baratos después de que la oposición rechazara un proceso participativo que apostaba por municipalizar el agua y el plan para unir los dos tranvías de la ciudad, el Trambaix y el Trambesòs, por la avenida Diagonal.
La oposición municipal tumbó los dos puntos en un pleno extraordinario celebrado el martes, 10 de abril, y asestó un mazazo al gobierno de BComú. Tras ello y sin apenas tiempo para negociar, fuentes municipales han señalado a este medio los "nervios" de Eloi Badia, concejal de Presidencia, Agua y Energía, por la incapacidad de concitar consenso con el plan para crear una funeraria municipal que provea entierros low cost.
Falta de apoyos
El proyecto ha sufrido al menos cuatro revolcones al ser retirado de dos plenos en 2017 y otros dos este año por falta de apoyos. Con la sesión del 27 de abril en el horizonte, Badia, que cuenta desde el principio con el apoyo del director general de Cementiris de Barcelona, Jordi Valmaña, ha intentado in extremis ganar los votos que le faltan al equipo de gobierno para lanzar la iniciativa.
BComú sólo cuenta con el sí de la CUP, insuficiente a todas luces para aprobar el proyecto. Grup Demòcrata, Ciudadanos y PP rechazan el plan, pues creen que no abaratará los sepelios en Barcelona y dejará un boquete en la tesorería de Barcelona de Serveis Municipals (B:SM), matriz de Cementiris. Sólo tienen cierto recorrido las posiciones de PSC, el concejal no adscrito, Gerard Ardanuy, y ERC, con quien el edil de Presidencia pactó relanzar la hoja de ruta de entierros baratos en enero.
"No llegará a tiempo"
Fuentes cercanas a los republicanos han querido desmarcarse del plan funerario. "El pacto inicial era empezar a prestar el servicio en junio tras realizar obras menores en camposantos de Barcelona. No se llegará a tiempo, por lo que por nuestra parte creemos que se ha incumplido la entente: el gobierno la ha roto", han indicado estas voces. ERC siempre ha subrayado que busca abaratar los entierros en la ciudad, aunque no a cualquier precio.
Desde el PSC, por su parte, han indicado que el ejecutivo local "no se ha movido". Los socialistas también ponen de relieve la necesidad de que los barceloneses tengan acceso a servicios funerarios más asequibles, aunque discrepan que ello lo pueda realizar una funeraria pública con cuatro salas de vela y previsibles pérdidas. Con este escenario, el gobierno municipal deberá concretar si somete la funeraria municipal a aprobación a la comisión de Presidencia del miércoles 18 de abril o si introduce el punto por la vía de urgencia en el pleno del día 27. De momento, Colau y Badia no cuentan con apoyos para ninguno de los dos movimientos.