El abogado de los exconsellers huidos a Bélgica Toni Comín y Meritxell Serret, Gonzalo Boye, ha deslizado que si él fuese el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, que lleva la causa del procés, “estaría en estos momentos redactando los autos de libertad”.
“El juez Llarena [que ha mandado a prisión provisional a varios responsables del procés y ha dictado una orden europea de detención contra otros] tiene que tomar una decisión sobre si se mantiene en su postura o se reincorpora a una interpretación democrática del derecho”, ha espetado Boye en una entrevista en Antena 3, en la que ha dicho que es un “buen día” tras la decisión de Alemania.
"Cuando uno tiene la razón se la suelen dar"
Para Boye, que ha declarado que estaba en Berlín trabajando con los abogados alemanes preparando el escrito que ha sido estimado por el tribunal alemán, era “evidente” que tenían la razón y, según ha dicho, “cuando uno tiene la razón, se la suelen dar”. Por todo ello, considera que el giro en la situación de Puigdemont puede beneficiar a la exconsejera Clara Ponsatí y a Comín, libre sin fianza.
El letrado se pronuncia tras la decisión de la justicia alemana de liberar bajo fianza a Carles Puigdemont al entender que el delito de rebelión que se le imputa en España no es equiparable al de alta traición de Alemania, dado que la violencia de los responsables del procés es insuficiente para doblegar al Estado.