Los abogados de Puigdemont lo apuestan todo al Constitucional alemán
El equipo jurídico del 'expresident' se prepara para una nuevo revés, ahora por parte del Tribunal Superior del 'land'
5 abril, 2018 00:00Primero se dio por amortizada la decisión de la fiscalía alemana de aceptar el trámite de extradición contra Puigdemont solicitada por la justicia española. "Era previsible", nos decían. Ahora "se intuye" que el Tribunal Superior de Schleswig-Holstein va aceptar a los criterios de la fiscalía y va a proceder a ordenar la extradición del expresidente y, por consiguiente, lo van poner a disposición del Tribunal Supremo español.
Ante ese escenario, que es el más realista según las fuentes jurídicas consultadas, los abogados del expresident, y, de hecho, el conjunto del aparato jurídico que asesora al colectivo de exconsellers y exdiputados fugados de la justicia, centran todos sus esfuerzos en los recursos que eventualmente tendrán que presentar ante el Tribunal Constitucional de Alemania en caso de que el Tribunal Superior de Schleswig-Holstein acceda a la petición de la fiscalía y, en consecuencia, Puigdemont acabe siendo extraditado. El objetivo de los letrados es poner en cuestión el concepto jurídico de violencia que enarbola el Supremo.
¿Qué es la violencia?
El Código Penal español habla del delito de rebelión y sitúa el término violencia como un elemento consustancial para que ésta se lleve a cabo.
El magistrado Pablo Llarena, haciendo alarde de su reconocida maestría jurídica, indicó en una de sus anteriores resoluciones que en el presente caso existe una violencia no física pero si manifiesta o "previsible" que se ha de ponderar. Esta acepción, intangible pero solvente del magistrado español, no se contempla en el ordenamiento jurídico alemán, para el que la violencia es un concepto concreto.
Recurso en diferido
Los abogados de Puigdemont se sentirían vencedores si consiguen que el Constitucional alemán cuestione el concepto de violencia que se esgrime por parte del Supremo español.
Esos sería una munición valiosa para armar los recursos que eventualmente se acaben presentando contra la extradición de Puigdemont a España. Para entonces, el expresidente de la Generalitat ya estará a en territorio español a disposición de la fiscalía del Supremo, que le espera con la petición de una orden de prisión inapelable.