José María Aznar cree que “lo que ha ocurrido en Cataluña es un punto y aparte, una rebelión en toda regla” en la que el nacionalismo “ha tirado por la borda los esfuerzos de décadas de desarrollo de autogobierno”. Y ha insistido en la imposibilidad de arreglar el conflicto político mediante la palabra: “No queda lugar para suponer buena fe en las apelaciones al diálogo, ni es posible hablar de diálogo con los que han protagonizado la rebelión”.
El expresidente español ha realizado estas declaraciones en la mañana de este jueves en el marco del foro de FAES en Valencia “La Comunitat Valenciana ante el nacionalismo catalán”. En el encuentro se ha destacado que el asunto de la independencia catalana afecta también a otras regiones como Baleares.
El juego ha cambiado en España
Para el expresidente popular no hay posibilidades de volver a una situación anterior. “El juego ha cambiado en Cataluña y en el resto de España y quien ignore ese cambio va a chocar contra una realidad muy sólida: España existe como nación de ciudadanos y éstos no están dispuesto a poner en tela de juicio su continuidad histórica y su futuro de convivencia común”.
Durante su discurso ha dicho además que Cataluña lo que necesita es “el remedio de la ley y el estímulo de una alternativa política amplia frente al independentismo”. El nacionalismo, según Aznar, está actuando como catalizador de una estrategia de desestabilización “para destruir la Constitución de todos”. En esta estrategia “el designio expansionista del independentismo catalán apunta claramente a la Comunidad Valenciana”.