Sin valor en estos momentos. Sin posibilidad de tomar decisiones. Las direcciones del PDeCAT y de ERC temen las movilizaciones en la calle, temen provocar el enojo de la ANC, que con su nueva presidenta, Elisenda Paluzie, se ha propuesto mantener la presión para que se intente la investidura de Carles Puigdemont. El tiempo para la política realista todavía no ha llegado, y sólo se espera alguna acción externa que pueda ser decisiva.
Esa acción, en estos momentos, sólo puede llegar de Alemania, del poder judicial alemán, cuando decida si extradita a Carles Puigdemont y autoriza que se le juzgue en España, aunque los delitos imputados no sean equivalentes. El tiempo límite que tendrán los jueces alemanes es de 60 días. Si llega antes, todo se precipitará.
Los CDR
Frente a ese hecho, que será ya determinante, los partidos independentistas irán tomando algunas medidas, todas ellas de cara a la galería. La confusión es total, pero el temor a que un acuerdo sobre un nuevo candidato que no tenga ninguna causa judicial abierta y que permita, por tanto, el inicio de la legislatura, es mucho mayor.
Es el producto, de hecho, de los propios partidos, que fueron alimentado un caldo de cultivo, que ya existía, que ahora les puede superar. Es el caso de los Comités de Defensa de la República, los CDR, constituidos por todo el territorio, con la participación de militantes de todos los partidos, pero, principalmente, por gente sin partido, independentistas que creen, realmente, que con fuerza en las calles se puede forzar la independencia, o, por lo menos, poner contra las cuerdas al Estado español. Pero es también la ANC, que acaba de elegir como presidenta a Elisenda Palauzie, que proviene de Esquerra, pero que dejó la militancia, tras pasar luego por Solidaritat, que también abandonó, para ejercer de activista. Detrás de ella, ahora, está la base de la ANC, que ejercerá la máxima presión a los partidos.
Justicia alemana
“Es imposible, en este contexto, tomar iniciativas para superar la parálisis en la política catalana”, admiten fuentes de las dos fuerzas políticas. Lo que harán es colocarse por detrás del presidente del Parlament, Roger Torrent, que quiere reunirse con todos los agentes sociales para buscar una especie de frente que defienda los derechos políticos de los dirigentes que ahora están en prisión. Pero eso no implicará gran cosa, a la espera de las decisiones que tome la justicia alemana.
Sin Puigdemont, todo será diferente. Pero no lo retirarán ni el PDeCAT ni Esquerra Republicana. No por ahora.