El juez de primera instancia de Neumünster (en el Estado federado alemán de Schleswig-Holstein) ha decidido mantener en prisión al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont mientras la justicia alemana decide de forma definitiva sobre la petición de extradición (euroorden) emitida por el Tribunal Supremo de España, para lo que tiene un plazo máximo de 60 días.
El magistrado ha tomado estas medidas cautelares después de la comparecencia del expresident este lunes por la tarde, y un día después de ser detenido en una gasolinera cerca de la localidad de Schuby, tras cruzar la frontera con Dinamarca procedente de Finlanda y camino de Bélgica, en donde había fijado su residencia tras fugarse de la justicia española. Puigdemont está acusado de rebelión y malversación en el marco del procés para la secesión unilateral de Cataluña.
En manos de la fiscalía y del tribunal regional
En la vista ante el juez alemán, que ha durado más de tres horas, este ha identificado al reo y le ha informado de la existencia de la euroorden. Tras la negativa de Puigdemont a aceptar la extradición, la Fiscalía General del Estado de Schleswig-Holstein tiene un plazo de 60 días --prorrogables hasta 90-- para estudiar la procedencia o no de dicha extradición, en función de si se cumplen los requisitos requeridos para ella.
A continuación, el organismo presentará el proceso de extradición ante el Tribunal Superior regional. En el caso de que la Fiscalía llegue a la conclusión de que no existen los requisitos para una extradición, ordenará entonces su libertad. En caso contrario, Puigdemont tendría todavía la posibilidad de presentar un recurso ante un tribunal del distrito de Karlsruhe. En todo caso, el fiscal general de la ciudad de Schleswig, Georg-Friedrich Guentge, ha declarado que es "poco probable" que se tome una decisión sobre la petición de extradición de Puigdemont durante esta semana.
Cadena perpetua
El delito de rebelión no está tipificado como tal en el Código Penal alemán pero hay delitos equiparables, según ha informado este lunes la portavoz del Ministerio de Justicia, Stephanie Krüger, que ha declinado responder si se refería al de alta traición que sí recogen las leyes de este país con una pena máxima de cadena perpetua.
En concreto, el artículo 81 del Código Penal alemán establece que quien actúe "con violencia o amenaza de violencia para dañar la existencia de Alemania o modificar el orden constitucional recogido en la Constitución de la República Federal de Alemania será penado con cadena perpetua o con penas de cárcel de no menos de diez años". "En casos menos graves, las penas de prisión van desde un año hasta los diez años", agrega el texto. Mientras que el artículo 83 indica que "quien prepare una acción de alta traición contra el Estado será penado con de un año a diez años de cárcel y en casos menos graves con penas de cárcel desde un año hasta los cinco años". "Quien prepare una acción de alta traición contra un Estado federado será sancionado con penas de prisión de tres meses a cinco años", añade.