Estaba llamado a coordinar las políticas interdepartamentales relativas a la mujer. Pero hace dos años que el Institut Català de la Dona (ICD), dependiente del Departamento de Presidencia de la Generalitat, languidece. Este organismo, que cuenta con un presupuesto de 8 millones de euros, ha sido utilizado como arma arrojadiza entre las formaciones independentistas. Desde 2010 ha cambiado de dirección tres veces y hace dos años que está sin plan de gestión.
“Más allá de actos institucionales en los que se luce el lazo amarillo y se critica el 155, no hay programa de acción”, aseguran a Crónica Global fuentes del movimiento feminista. Respecto a ese sesgo independentista, se remiten al acto oficial del ICD celebrado el pasado 8 de marzo con motivo del Día Internacional de la Mujer.
Los tres cambios
El instituto está presidido por Núria Balada desde junio de 2017. Sustituyó a Teresa Pitarch, a quien el entonces presidente Carles Puigdemont cesó por darse de baja de PDeCAT en solidaridad con Germà Gordó, investigado por el caso 3%. “Pérdida de confianza”, alegó el Govern. Pitarch sucedió a Montse Gatell, de quien CiU prescindió.
Balada militó en las juventudes de CDC y actualmente es presidenta del PDeCAT en el barrio de Gràcia de Barcelona. Junts per Catalunya ha cuestionado la continuidad e incluso le ha planteado a PDeCAT la necesidad de relevarla. Pero su cargo en el partido la mantiene blindada. Al menos hasta ahora.
De hecho, es la permanencia de este instituto la que realmente peligra. La CUP ya amenazó en la legislatura anterior con hacer saltar por los aires un organismo que, según los antisistema, debe ser renovado de arriba abajo. Cuestionaron, asimismo, que Jordi Turull, que asumió el cargo de consejero de Presidencia tras el cese de Neus Munté, fuera la persona adecuada para acometer esos cambios en las políticas de la mujer.
Los movimientos feministas aseguran que el ICD adolece de falta de liderazgo y de proyecto. “Es un instituto con cargos sobredimensionados donde la presidenta tiene rango de secretaria general y la directora general, rango de directora general".
Precisamente ayer, la diputada de Catalunya en Comú Susanna Segovia denunciaba “la paralización del ICD, que lleva dos años sin un nuevo plan de acción” y el hecho de que el ICD se haya convertido "en una simple plataforma de reparto de cargos".
Plan Estratégico 2018-21
De hecho, el ICD ha comenzado a elaborar el Plan estratégico de políticas de género 2018-21, tal como la propia Balada explicó en el acto institucional del 8M. Un acto que la diputada y activista feminista Beatriz Silva criticó por las consignas independentistas que se lanzaron en el mismo.
“Comienza el acto oficial de celebración del Día Internacional de las Mujeres en la Generalitat con alusiones al “gobierno legítimo”. Es una lástima que no podamos por un día estar por encima de cuestiones ajenas al feminismo y reivindicar unidas los problemas de todas”, denunció en las redes sociales.