El portavoz y secretario de comunicación del sindicato de los Mossos d'Esquadra SPC, David Miquel, ha presentado este lunes una querella criminal al juzgado de instrucción de Barcelona, por presuntos seguimientos de los que fue objeto por parte de este cuerpo policial.
La querella va contra los funcionarios de los Mossos que pudieron realizar dichos seguimientos y elaboraron los informes. También va dirigida a quienes dieron las órdenes, por delitos de prevaricación, malversación de caudales públicos, descubrimiento y revelación de secretos, obstrucción a la justicia y omisión del deber de perseguir delitos.
Siete querellas
Miquel, presenta la acusación a través del abogado José María Fuster-Fabra, y con esta ya suman siete querellas criminales presentadas por este despacho por el presunto espionaje de los Mossos.
La primera has sido presentada por el propio abogado, otra del exlíder de SCC José Ramón Bosch, una del secretario general del SPC, David José, y su hijo menor de 15 años. Además se suma otra de la exmujer de José y la de la Plataforma Barcelona con la Selección y la del periodista Albert Castillón.
Vulnerar el derecho a la defensa
En su querella, David Miquel recoge la información publicada en El Periódico que se hace eco de un informe de la Policía Nacional entregado a la Audiencia Nacional, sobre los informes y documentos intervenidos que iban a ser destruidos por los Mossos en una incineradora de Sant Adrià de Besòs.
En este oficio policial aparecía reseñado un documento en el que se citaba a Miquel, por lo que ahora la querella se presenta contra quienes vigilaron al sindicalista, ya que estos seguimientos suponen "tal gravedad que pueden incluso vulnerar el derecho de defensa de los afiliados que representa".
La querella destaca que Miquel ha actuado en defensa de los intereses y derechos de los miembros del Cuerpo de Mossos d'Esquadra afiliados a su sindicato, "interviniendo en multitud de casos comprometidos, relevantes y muchos de ellos de gran trascendencia pública".