Joan Tardà propuso el domingo que su partido, ERC, empiece a negociar con la izquierda catalana –PSC y Catalunya en Comú (CatComú)– para “ampliar la mayoría social”. Mientras que el líder de los comuns, Xavier Domènech, ha aceptado la oferta, los independentistas no han recibido bien el artículo del diputado republicano en el Congreso, publicado en El Periódico.
En las redes sociales, los mensajes que calificaban a Tardà de “traidor” y “cobarde” no eran pocos. Desde la CUP, Mireia Boya también reaccionó. Si el republicano pedía “menos tripas y más cerebro” en el independentismo, la exportavoz de los antisistema en el Parlament aseguraba que “no son tripas. Es el 1 de octubre”. Por su parte, la portavoz de Demòcrates de Catlaunya, Assumpció Laïlla, advirtió que el posicionamiento de Tardà puede hacer “replantear la alianza” de ambas formaciones.
Contra el PSC
La mayoría de comentarios que ha suscitado la propuesta de Tardà entre los círculos independentistas hacen referencia al PSC. Mientras que unas conversaciones con CatComú no se ven con tan malos ojos, muchos internautas recuerdan que el PSOE apoyó la aplicación del artículo 155.
Muchos consideran que plantear las negociaciones con otros partidos de izquierda ante las dificultades de llegar a un acuerdo con Junts per Catalunya es una “traición”. Los mensajes recuerdan a Puigdemont y Junqueras, el primero en Bélgica y el segundo en la cárcel. Ante estos reproches, Tardà quiso defenderse en un tuit, en el que aseguraba que sí quiere un “Govern independentistsa”, aunque también “diálogo con todas las paras del catalanismo”.