Un total de 650 personas se han inscrito en la jura de bandera civil prevista el 12 de mayo en el cuartel del Bruc de Barcelona. Y otras 300 se quedarán en lista de espera. El proceso independentista ha provocado que en los últimos años haya aumentado el número de civiles que quieren rendir homenaje a la enseña nacional como gesto en favor de la unidad de España. Fuentes militares aseguran a Crónica Global que el sentido de este tradicional evento castrense nada tiene que vez con la política, pero admiten que el crecimiento ha sido exponencial, coincidiendo con el desafío secesionista.
La mayor parte de los solicitantes son catalanes, aunque también se apuntan personas residentes en el resto del país. Sin embargo, el Ejército ha fijado un límite para facilitar el desarrollo del acto, por lo que en esta ocasión, más de 300 personas tendrán que esperar a otra edición para ofrecer su tributo a la bandera.
Ada Colau, con miembros del Ejército, en el Salón de la Enseñanza de 2016
Para jurar bandera se requiere tener la nacionalidad española y haber cumplido 18 años, no haber sido declarado incapaz por sentencia judicial firme. Con posterioridad al acto, se les entrega una bandera de mochila (60×80 cm) y un diploma.
Los civiles que juran la bandera acuden al acto acompañados de sus familiares, de ahí que los mandos militares solicitaran al Ayuntamiento de Barcelona poder ocupar parte de la vía pública, pero el equipo de gobierno municipal no lo ha permitido.
Las relaciones entre las Fuerzas Armadas y el consistorio se quebraron en 2016 cuando Ada Colau visitó el Salón de la Enseñanza y se dirigió al estand del Ejército para decirles a sus responsables que era preferible que no estuvieran allí. El feo de la alcaldesa se tradujo en una mayor demanda de información sobre la formación militar. Este año, el Ejército volverá a estar presente en ese salón que se celebrará del 14 al 18 de marzo.