“Superar la situación política”. Ese es el objetivo de diferentes profesionales e intelectuales que, desde posiciones ideológicas distintas pero con el denominador común de rechazar la vía independentista, reclaman el final de la prisión preventiva para los dirigentes soberanistas que todavía se encuentran en la cárcel. Se trata de una apuesta por una tercera vía que no ha podido, todavía, desarrollarse.
El argumento es que, al margen de la necesidad o de la conveniencia de esa decisión tomada por el juez Pablo Llarena y por la que se mantienen en prisión Oriol Junqueras, Joaquim Forn, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, resulta “políticamente contraproducente”, porque el independentismo se aferra a esa cuestión “desde el victimismo”.
Camino del diálogo
La iniciativa la ha impulsado el exconsejero de Justicia de la Generalitat Josep Maria Vallès, antiguo rector de la UAB y catedrático emérito de Ciencias Políticas. Vallès explica a Crónica Global que esa prisión preventiva, que se va alargando, “complica sobremanera el diálogo, si es que se quiere recuperar, realmente, una cuestión urgente y necesaria”.
Los siete 'consellers' cesados del Govern que ahora están en prisión a su llegada a declarar a la Audiencia Nacional / EFE
Ese es el sentido de un manifiesto con el título de Eliminar obstáculos en el camino del diálogo democrático. Lo defienden, junto a Vallès, distintas personalidades como Victoria Camps, Laia Bonet, Jordi Amat, Joan Coscubiela, Margarita Arboix, Joan Botella, Joan Subirats, Jordi Font, Mercedes García Aran, Gemma Lienas, Pilar Malla, Oriol Nello, Raimon Obiols, Lluís Rabell y Marina Subirats.
Buscar una solución
La virtud del manifiesto, según los firmantes, es que es conciso y no pide una defensa de una posición concreta. Se trata de personalidades del ámbito de la izquierda catalanista, pero muy distantes del independentismo.
“No somos independentistas, y lo que vemos es que el independentismo se aferra a esa cuestión, sobre los políticos presos, que lo contamina todo, e imposibilita entrar en un debate estrictamente político. En realidad, lo que ocurre es que mantener a los dirigentes soberanistas en prisión es políticamente contraproducente para poder dialogar y buscar una solución”, señala también a este medio Joan Botella, presidente de Federalistes d’Esquerres.
El portavoz de Catalunya Sí Que Es Pot (CSQEP), Joan Coscubiela / EFE
Medidas injustificadas
En el texto se indica con claridad: “La voluntad compartida de superar la situación política que padece nuestro país y la intención de construir una sociedad con más justicia social y con mayor calidad democrática nos llevan a manifestar nuestra opinión sobre las medidas provisionales de privación de libertad impuestas a dirigentes políticos y sociales del país”. Por ello, se añade: “Pese a discrepar de sus opiniones o actuaciones políticas, afirmamos que la aplicación de dichas medidas es una decisión criticable por injustificada y desproporcionada tal como han manifestado expertos en derecho penal y derecho procesal y ha denunciado también Amnistía Internacional”.
De todo ello, se concluye: “Creemos igualmente que aquellas medidas y los motivos invocados para aplicar un tratamiento penal al problema político que tenemos planteado no servirán para encontrar vías de salida a la situación: al contrario, aumentarán los obstáculos ya existentes en la tarea harto difícil de recuperar el clima de diálogo social y político que consideramos necesario para nuestro futuro colectivo”.
Una tercera vía
Jordi Amat, uno de los firmantes, autor de La conjura de los irresponsables, sobre lo ocurrido en Cataluña en los últimos años, considera que, desde el campo no independentista, se debe señalar “las fallas del Estado” para poder encontrar una solución. Por ello cree necesario el manifiesto, con el propósito de reflejar que Cataluña no se puede dividir en dos bloques enfrentados. Vallès insiste en que "se debe superar esa falsa idea de que Cataluña está dividida en dos grandes bloques, cuando, en realidad, existen tres bloques, un tercero que no ve practicable la independencia, pero que quiere cambiar la actual situación".
En eso está este grupo de profesionales, intelectuales y políticos, una defensa de una tercera vía que no acaba de arrancar.