La exdiputada de la CUP Anna Gabriel sometió a debate del “comité estratégico por la independencia” su interés “en pactar un protocolo ante la posibilidad de que los agentes de los Mossos d'Esquadra practicasen detenciones”. Así se expresa la Guardia Civil en uno de sus últimos informes remitidos al Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, que investiga la llamada Operación Anubis, la referida a los prolegómenos del referéndum ilegal del 1-O.
Con dicho protocolo, la dirigente antisistema, contra la que pesa una orden nacional de detención por su incomparecencia a la citación del Supremo, “pretendía que se formalizase la búsqueda de algún mando policial de los Mossos para que avisase a algún cargo político y así garantizar información”.
Un “confite” en los Mossos
Para la Guardia Civil no hay duda de que la prófuga Anna Gabriel quería la implicación de todos los que tenían voz y voto en el llamado “comité estratégico” para buscar a ese “mosso colaborador” ante las posible actuaciones antiindependentistas que la policía de Cataluña pudiera llevar a cabo. Según la Guardia Civil, ese protocolo formaría parte de la estrategia de desobediencia a la que, según insistía Gabriel, no renunciaría jamás.
La propuesta sobre la “búsqueda y captación” de ese “topo policial” se produjo en una reunión de dicho comité el 8-11-2016 (así lo anotó en su agenda el fedatario de dichos encuentros, el número dos de Oriol Junqueras en la consejería de Economía, Josep María Jové Lladó). Esa anotación estaba precedida por el título “War Room” (Sala de guerra).
Miedo a la policía
Cuatro días antes de esta propuesta de Gabriel, la alcaldesa de Berga, la dirigente de la CUP Montserrat Venturós, había sido detenida por los agentes de los Mossos ante su incomparecencia a una citación judicial. El abogado de los antisistema Benet Salellas se mostró entonces muy crítico con los Mossos por haber “cumplido las órdenes del Estado español”.
Del análisis de la Guardia Civil se desprende que los miembros del llamado “comité estratégico” tenían dudas del grado de fidelidad de los Mossos (a los que consideraban estructura de Estado) llegado el caso de una actuación represiva (policial o judicial) de España ante el desafío soberanista.