Las alarmas han saltado en el Gobierno español. Los Comités de Defensa de la República (CDR) se preparan para reventar el Mobile World Congress, que abre sus puertas el próximo lunes en Barcelona previa cena de gala en el Palau de la Música. Es precisamente este acto el objetivo de estos grupos formados por militantes de la CUP y de miembros de Corriente Roja, movimientos sociales, casales de jóvenes y anarquistas.
Cartel de 'bienvenida' al Rey en Cataluña
La actuación callejera de los CDR no se limitará a este encuentro institucional, al que está previsto que acudan el Rey y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, entre otras personalidades del mundo político, social y económico. Los antisistema quieren hacer extensivo su boicot a los hoteles en los que se alojarán los congresistas y visitantes del Mobile, donde pretenden hacer concentraciones para denunciar el encarcelamiento de dirigentes independentistas e internacionalizar el conflicto catalán, del que culpabilizan al “Estado opresor”. Inundar las calles de lazos amarillos, símbolo de apoyo a los políticos que se encuentran en prisión preventiva, formará parte de esas acciones previstas.
"Nos jugamos la continuidad del Mobile"
“Las amenazas de los CDR preocupan y mucho porque nos jugamos la continuidad del Mobile en España”, explican a Crónica Global fuentes próximas a la Moncloa. La cuestión está encima de los mandos policiales que dependen del Ministerio del Interior.
El MWC, que cuenta con el apoyo de las administraciones central, autonómica y municipal, está considerada como la feria más importante de España en cuanto a impacto económico, dado que genera unos ingresos que superan los 465 millones de euros, la mitad de lo que proporciona Fitur (Madrid) pese a ser el salón que más visitantes tiene.
Desde que Ada Colau se hizo con la alcaldía de Barcelona, el temor a perder una feria de estas dimensiones siempre ha estado presente. El rechazo que los comunes expresaron en un principio a este tipo de eventos “capitalistas”, unido a la inestabilidad generada por el convulso proceso independentista, hizo perder enteros a Barcelona como sede del Mobile. La capital catalana ha acogido esta feria desde 2006, cuando relevó a Cannes, y tiene contrato hasta 2023. La huelga del transporte público convocada en la edición anterior se saldó con una seria advertencia por parte del consejero delegado de GSMA, John Hoffman, respecto a la continuidad barcelonesa de la feria.
Factor de desestabilización
Los últimos rumores apuntaban a que el organismo que organiza el Mobile, GSMA, se habría planteado trasladar el evento a Dubái.
Las movilizaciones de los CDR se suman a esos factores de desestabilización que amenazan el Mobile. Los CDR vivieron su puesta de largo el pasado 1 de octubre, cuando se organizaron para dar instrucciones a los votantes del referéndum sobre cómo ejercer la resistencia pacífica en caso de carga policial. Un informe de la Guardia Civil enviado al juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena señala a los CDR como pieza fundamental en la organización del 1-O. De hecho, los CDR se denominaban en un principio Comités de Defensa del Referéndum. Estos grupos han ido sustituyendo progresivamente a la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium como agentes de movilización callejera.
Fueron decisivos en la llamada “huelga de país” celebrada el pasado 8 de noviembre, cuando más de 260 personas, siguiendo sus instrucciones, colapsaron carreteras y estaciones de ferrocarril, llegando incluso a cortar la línea del AVE. Para los cuerpos policiales que participaron en el operativo de seguridad, los CDR forman parte de una red perfectamente definida susceptible de ser calificada como “banda organizada”.