USTEC, Òmnium Cultural y Plataforma per la Llengua han rechazado rotundamente la propuesta del Gobierno de introducir el castellano como lengua vehicular escolar junto al catalán en el sistema educativo de esta comunidad, una opción que finiquitaría el actual modelo de inmersión lingüística obligatoria exclusivamente en catalán declarado ilegal por los tribunales.
El planteamiento que estudia el Gobierno, aprovechando la vigencia del artículo 155 de la Constitución, supondría aplicar las innumerables sentencias de la justicia --ignoradas sistemáticamente por la Generalitat-- que desde hace años ordenan incluir una casilla en el formulario de preinscripción de los primeros cursos de enseñanza para elegir la lengua vehicular entre las dos oficiales --catalán y castellano-- y garantizar que en el resto de la educación al menos un 25% de las clases se impartan en castellano.
"Una línea roja"
Según USTEC, sindicato mayoritario entre los docentes de Cataluña, la iniciativa del Gobierno para restablecer el bilingüismo escolar es un "ataque" a la inmersión lingüística obligatoria --que califican como "la política más exitosa en educación"-- y advierten de que descartan nada para detener dicha ofensiva.
"Han traspasado una línea roja", ha avisado el portavoz de USTEC, Ramon Font. Y ha asegurado que la inmersión obligatoria tiene "un consenso muy amplio" en la sociedad catalana. "Con cuatro diputados en Cataluña no pueden hacer esto", ha insistido. Y ha subrayado que "el profesorado está muy orgulloso de esta política".
Desobediencia
Por ello, Font ha advertido de que, en caso que se introdujese el bilingüismo en la escuela, no descartan movilizaciones, huelgas, o, incluso, la desobediencia.
Según el dirigente sindical, la supresión de la inmersión obligatoria "haría que el trabajo dejara de tener sentido para muchos de los profesores", ya que este modelo permite que los niños "hablen tanto catalán como castellano", y ello "garantiza la igualdad de oportunidades". "Queremos una sociedad cohesionada, inclusiva e integradora, que no separe a los niños por comunidades lingüísticas", ha concluido para justificar su rechazo al bilingüismo escolar.
"Ocurrencia incendiaria"
Por su parte, Plataforma per la Llengua ha considerado que la propuesta del Gobierno es una "ocurrencia incendiaria" y ha rechazado que se separe a los alumnos en función de la lengua. En un comunicado, el presidente de la entidad, Òscar Escuder, ha afirmado que, si se llegase a suprimir la inmersión obligatoria, se rompería un consenso de más de tres décadas en el que el catalán ha actuado como lengua común y herramienta de cohesión social.
En todo caso, Plataforma per la Llengua se ha mostrado convencida de que, en la práctica, el bilingüismo "no se podría aplicar" en las escuelas, por lo que "solo comporta la irresponsable voluntad de atizar un incendio social" y de "españolizar" a los alumnos catalanes. Según Escuder, la inmersión obligatoria parte de una "situación de anormalidad del catalán" y ha logrado la normalización de esta lengua.
"Dividir a la sociedad"
La entidad nacionalista Òmnium Cultural también ha criticado la iniciativa del Gobierno, al que ha acusado de "querer dividir a la sociedad con un ataque directo a la escuela catalana". Por ello, ha advertido que la entidad "defenderá sin descanso el modelo de inmersión lingüística garante de la cohesión social y avalado por expertos internacionales".
En un comunicado, la entidad ha denunciado que "el Gobierno del Estado intenta imponer por la fuerza su programa político en Cataluña a pesar de no haber conseguido nunca el aval de las urnas".