Crónica Global ha iniciado una campaña por la libertad de expresión tras el ataque terrorista de Arran a su redacción. Los cristales que quedaron destrozados por los martillazos de los tres encapuchados del grupo juvenil de la CUP y en los que todavía pueden leerse sus pintadas, han sido cubiertos por dos carteles que recuerdan que la libertad de expresión es un derecho fundamental.
Vídeo del ataque de Arran a la redación de Crónica Global
Tras los posters se ven todavía las consecuencias de la acción vandálica que tuvo lugar la madrugada del jueves. Uno de los carteles recoge el concepto de libertad de expresión, contra la que atentó la agresión, de la Unesco. Es “el derecho humano fundamental sobre el que se sustentan todas las libertades civiles”; la organización internacional lo considera la “piedra angular de la democracia”.
El otro cartel corresponde a la entrada de la enciclopedia virtual Wikipedia, en la que se incluyen frases célebres sobre la libertad de expresión. “La libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír”, se le atribuye al escritor y periodista George Orwell. El filósofo Noam Chomsky escribió: “Si no creemos en la libertad de expresión de aquellos que despreciamos, no creemos en ella en absoluto”.
Uno de los carteles por la libertad de expresión en la fachada de 'Crónica Global' / CG
En las redes sociales
La campaña invita a los seguidores de Crónica Global a compartir a través de las redes sociales una foto junto a los carteles colocados en la fachada del digital, tal como ha hecho el equipo de redacción. La acción tiene como objetivo recordar que la libertad de expresión es el punto de partida de la libertad de prensa, básica en todas las democracias del mundo. Las imágenes se pueden compartir en twitter con el hastag #llibertatpremsaCAT.
De esta forma y tras el ataque sufrido, Crónica Global pretende también reivindicar con el conjunto de la ciudadanía este derecho a la libertad de prensa, asociado por los pensadores al descubrimiento de la verdad.
Investigación en curso
La acción reivindicada por Arran está siendo investigada por los Mossos d’Esquadra y unidades especializadas de la Guardia Civil. En el primero de los casos, la policía autonómica actúa como agente judicial ante el mandado del servicio de delitos de Odio y Discriminación de la Fiscalía de Barcelona, que ha iniciado la investigación.