La Mesa de Edad que pilota la constitución del nuevo Parlament ha aceptado que los diputados encarcelados Oriol Junqueras, Joaquim Forn y Jordi Sánchez deleguen el voto, lo que ha sido criticado por Ciudadanos y PP. Una medida que no se hace extensiva a Carles Puigdemont y los cuatro exconsejeros "exiliados" en Bruselas, que han renunciado a esa delegación.
Junqueras ha delegado el voto en Marta Rovira, mientras que Joaquim Forn y Jordi Sánchez en Jordi Turull. La Mesa ha admitido las delegaciones invocando la “incapacidad prolongada” que contempla el artículo 93 de la Cámara y “según el principio democrático que rconoce el derecho a la participación política”.
El discurso 'indepe' de Maragall
Inés Arrimadas, líder catalana de Ciudadanos y ganadora de las elecciones, ha pedido la palabra para protestar por la delegación del voto y por el discurso encendido que Ernest Maragall, como miembro más veterano de la Mesa de edad, ha pronunciado a favor del proceso independentista.
Cs cree que la “incapacidad prolongada” que contempla el reglamento del Parlament como supuesto para delegar el voto no incluye el encarcelamiento. Santi Rodríguez, del PP, también han rechazado la delegación. Pero Maragall ha rechazado las protestas y ha dado paso a las votaciones nominales.
Miquel Iceta, por el PSC, ha pedido la palabra para mostrarse de acuerdo con el presidente de la Mesa. Maragall no ha querido explicar las razones por las que se aceptaba la delegación de voto. Los letrados del Parlament abrieron la puerta a esa posibilidad si la Mesa de Edad incluía el término "legal" en la "incapacidad prolongada" que el relamento prevé para cuestiones de salud.