Mariano Rajoy mantiene el compromiso del Gobierno español. Cuando se elija a un nuevo presidente de la Generalitat, el 155 decaerá por sí solo, como se acordó en el Senado. Pero todo dependerá de Carles Puigdemont. “Si mantiene su idea de ser investido desde Bruselas, el Gobierno recurrirá de inmediato la decisión y se seguirá aplicando el 155, porque no habrá nuevo presidente”.
Rajoy se ha referido de forma extensa a la situación en Cataluña ante la Junta Directiva del PP, para dar cuenta también sobre las inquietudes que se han instalado en su partido tras las últimas encuestas en las que aparece Ciudadanos casi en primera posición. Para el jefe del Ejecutivo español, todo lo que se ha hecho en Cataluña “ha sido bueno para Cataluña y para España, aunque no haya sido bueno para el PP”, en alusión al pobre resultado electoral del 21-D. “La vida en Cataluña ha mejorado con el 155”, ha afirmado Rajoy, en referencia a los pagos a proveedores, y al restablecimiento de “la legalidad”.
La aplicación del 155 ha centrado sus reflexiones ante la dirección del PP. Rajoy ha admitido que podía entender las dudas y el rechazo a que el 155 se hubiera aplicado sólo durante dos meses, sólo hasta la convocatoria electoral, que él mismo decididó. “Pero lo principal era acordar la decisión, tener una mayoría que lo avalara y el PSOE y Ciudadanos no lo querían cuando se hablaba de ello”. Con una decisión tan “trascendente y extraordinaria”, que pasó por “la destitución de un gobierno democráticamente elegido”, la aplicación del 155 debía durar, a su juicio, lo menos posible.
Nerviosismo en el PP por el ascenso de Ciudadanos
La otra gran cuestión que ha abordado Rajoy es ese nerviosismo en las filas del PP por el ascenso de Ciudadanos. El jefe del Ejecutivo ha desdeñado el poder de Ciudadanos, al recordar que las encuestas “son una fotografía del momento”. Rajoy ha recordado que lo paso lo mismo en 2015 y en 2016, con las elecciones generales. En el caso de 2015, con el 20-D, las generales llegaron precedidas de los comicios catalanes, en los que Ciudadanos escaló hasta la segunda posición, como el partido mayoritario de la oposición. Fueron en septiembre. Dos meses después, y pese a encuestas que mostraban que Ciudadanos, PP y PSOE “se encontraban en un pañuelo, beneficiado Ciudadanos por su ascenso en Cataluña”, los resultados dieron la victoria al PP.
Sin embargo, Rajoy ha reclamado a su partido que trabaje desde ahora mismo para preparar las elecciones municipales y autonómicas de 2019. “Hay más competencia, pero eso incentiva a trabajar más y mejor”, ha señalado.
La idea, por tanto, es que no pasa nada. Que en Cataluña seguirá el 155 si el independentismo no asume la realidad, y que Ciudadanos es ahora sólo un buen resultado en las encuestas.
El clima de preocupación y de nervios, en todo caso, se mantiene en el PP, que no sabe cómo superar una etapa marcada por el personalismo de Rajoy.