Carles Puigdemont envió una letrada para que se pusiera en contacto telefónico con el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, el pasado martes. Dicho magistrado es el instructor del proceso por supuesto delito de rebelión por el que se podría imputar al cesado presidente de la Generalitat si volviera a España.
La abogada consiguió que le pasaran la llamada a la secretaria del juez, pero ahí quedó frenada su gestión, según ha avanzado María Peral en El Español. En su diálogo con la secretaria, la letrada de apellido vasco --que se identificó como portavoz de un despacho con sede en Barcelona y Madrid que ha actuado ya en el caso-- manifestó que el propósito de sus gestiones era conseguir un encuentro entre Llarena y dos abogados, que se presentarían en su despacho cuando el magistrado dispusiera.
Hipotético regreso
El fin último de la llamada era plantear la hipótesis de un regreso de Puigdemont a España y con el paralelo propósito de conocer cuál sería el tratamiento judicial que recibiría en caso de hacerlo.
La secretaria dio cuenta a Llarena de la pretensión de la abogada. El juez le contestó con instrucciones de rehusar la comunicación por teléfono y responder que, en todo caso, se le expusieran por escrito las razones y objetivos de la iniciativa.
JuntsxCat en Bruselas
El expresident continúa con su actividad política desde la capital belga. El cabeza de lista de JuntsxCat encabezará este viernes la primera reunión del grupo parlamentario en Bruselas, un encuentro que tiene lugar tras el acuerdo alcanzado con ERC para constituir una Mesa del Parlament de mayoría independentista pero a falta de cerrar la vía para una posible investidura.
La reunión, según la convocatoria de JuntsxCat, tendrá lugar a las 13 horas en el hotel President Park donde se hará también una fotografía de grupo y se informará posteriormente de las cuestiones tratadas.
Al encuentro no podrán asistir parte de los miembros del grupo. A los consellers cesados Jordi Turull y Josep Rull se les retiró el pasaporte, así como el número dos por Barcelona y expresidente de la ANC, Jordi Sànchez, y el exconseller Joaquim Forn, están en la cárcel de Estremera (Madrid).