El Monasterio de Sijena fue el escenario elegido por el presidente de Aragón, Javier Lambán, para pronunciar su mensaje de Nochevieja. Un lugar cargado de simbolismo tras la reciente resolución del conflicto judicial que se ha saldado con el traslado del arte sacro que se encontraba en el Museo de Lleida a la comunidad aragonesa.
Según informó el ejecutivo, se ha tomado esta decisión como símbolo del refuerzo de la autoestima de la comunidad tras ganar una batalla judicial librada "desde la más absoluta soledad, frente a la actitud ilegal e irrespetuosa de la política catalana y la incomprensible pasividad del Gobierno del España”, aseguró el presidente aragonés, quien ha asegurado que "la cuestión catalana es el problema más grave que tiene España".
Lamban hizo un repaso a los acontecimientos del año, entre los que no podía faltar el caso Sijena. El presidente posó con las obras recuperadas: tres sepulcros medievales, fragmentos del retablo de la Piedad, tres alabastros de Joly del retablo de Santa Ana, tres tablas de Santa Clara y Santa Gertrudis, una pintura mural traspasada a lienzos de la Santa Cena y con el trasfondo de las Puertas del Palacio Prioral.